Arturo Medina, del PRI en Chihuahua, critica la autocomplacencia del gobierno de Sheinbaum y demanda atención a la seguridad y apoyo al campo.
Chihuahua, Chih. (ADN/Staff) – En un momento crucial para el gobierno de Claudia Sheinbaum, el Coordinador de los Diputados del PRI en el Congreso del Estado de Chihuahua, Arturo Medina, emitió declaraciones que abren un diálogo sobre la efectividad de la administración en sus primeros cien días.
Medina destacó que este periodo no debería ser solo un espacio de aplausos, sino una oportunidad valiosa para evaluar los retos que persisten en la agenda pública, poniendo de relieve los problemas de seguridad y la necesidad de apoyo al sector agropecuario en la región.
En un contexto en el que Chihuahua enfrenta numerosos desafíos asociados a la seguridad, el legislador enfatizó la importancia de que el gobierno federal preste atención a las preocupaciones de los chihuahuenses.
Aunque reconoció que ha habido esfuerzos para mejorar la coordinación intergubernamental en materia de seguridad, consideró que este avance es insuficiente si no se acompañan de medidas contundentes para combatir la violencia y el crimen organizado, fenómenos que han permeado la vida cotidiana de muchas comunidades chihuahuenses.
Medina también hizo hincapié en la situación que atraviesan los campesinos del estado, señalando la falta de apoyo gubernamental tras la severa sequía de 2024. Según su análisis, la negativa del gobierno federal para enviar recursos extraordinarios al campo ha dejado a los productores sin las herramientas necesarias para afrontar la crisis.
El referente al pasado sexenio, en el que fueron eliminados programas que beneficiaban a los agricultores a través de inversiones en infraestructura y tecnología, refleja una continuidad de problemas que, en su opinión, deben ser abordados con urgencia para garantizar la autosuficiencia alimentaria y el desarrollo económico regional.
El contexto político en Chihuahua, marcado por una historia de tensiones entre el gobierno federal y los estados, se refleja en las declaraciones de Medina. Su postura no solo resalta un compromiso del PRI para supervisar la gestión actual, sino que también evoca la necesidad de un enfoque colaborativo que reconozca los intereses y necesidades específicos de cada región.
Esta dinámica es esencial en un estado que históricamente ha estado en el centro de debates sobre la seguridad y el desarrollo rural.
Además, el priista dejó claro que el propósito de su partido es el bienestar de la nación y no una oposición destructiva. Al señalar que el PRI busca contribuir con críticas constructivas y propuestas que mejoren la calidad de vida de las familias, Medina expresa un deseo de participación activa en la política nacional que trasciende la mera confrontación.
Ante un panorama donde la percepción de la seguridad es un tema sensible y las expectativas de desarrollo económico son altas, la exigencia de respuestas efectivas se convierte en un imperativo.
Sin embargo, también existe un clamor social por el fin de las simulaciones y la necesidad de generar confianza en la población. La desconexión entre los esfuerzos del gobierno y las realidades que enfrentan las familias en Chihuahua es una preocupación que Medina artículó con firmeza, resaltando que los aplausos deben estar reservados para aquellos logros que realmente impacten la vida de las personas y no solo en el ámbito simbólico.
Este llamado a la rendición de cuentas se alinea con un deseo colectivo de ver acciones que transformen de manera concreta la calidad de vida de los chihuahuenses, en un momento donde la promesa de un futuro próspero es más urgente que nunca.
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