El fallecimiento del activista LGBT+ Nasho Díaz marca una oportunidad para reflexionar sobre la diversidad y la lucha contra la discriminación en Chihuahua.
Chihuahua, Chih. (ADN/Staff) – El ambiente en el Congreso del estado de Chihuahua se tornó solemne al rendir homenaje al activista Ignacio Díaz Hinojos, conocido como ‘Nasho’, quien falleció el 18 de enero a la edad de 55 años.
La diputada Magdalena Rentería Pérez, integrante del Grupo Parlamentario de Morena, utilizó este foro para reflexionar sobre la vida y el legado de un hombre que dedicó casi dos décadas a la defensa de los derechos de la comunidad LGBT+ en Ciudad Juárez, una localidad reconocida por su rica diversidad cultural y por los retos que enfrenta, incluidos mecanismos de discriminación sistemática.
Nasho, nacido en la Ciudad de México en 1969 y quien pasó parte de su infancia en Gómez Palacio, Durango, se estableció en Ciudad Juárez desde temprana edad. Su contacto directo con la comunidad ‘trans’ a partir de 2006 lo llevó a ser un observador crítico de las injusticias que sufrían estas personas.
Su compromiso por erradicar tales prácticas lo motivó a iniciar pequeñas labores de ayuda y, a lo largo de los años, se convirtió en un pilar fundamental del activismo social al trabajar en el ámbito del entretenimiento para la comunidad LGBT+.
A lo largo de su carrera, Nasho desempeñó roles cruciales, como su labor como coordinador de la marcha de la diversidad en Ciudad Juárez y su impulso por el reconocimiento del matrimonio igualitario en el estado de Chihuahua.
Estos hitos no solo marcaron su trayectoria, sino que también contribuyeron a forjar un espacio donde el diálogo sobre la diversidad sexual y la aceptación pudiera florecer.
Su papel como secretario ejecutivo del Consejo Municipal para Prevenir la Discriminación (Comupred) desde 2019 le permitió implementar políticas que buscaban fomentar una cultura de respeto y aceptación en un contexto social frecuentemente adverso.
La diputada Rentería subrayó que recordar a Nasho no solo implica lamentar su pérdida, sino que también brinda una oportunidad para introspectar sobre la identidad chihuahuense, que es vasta y multifacética.
Esto resuena profundamente con las realidades culturales del estado, donde la diversidad es un matiz importante en la vida cotidiana, pero también se enfrenta a la persistencia de la intolerancia.
En un distrito que ha visto cambios sociopolíticos significativos, la figura de Nasho actúa como un recordatorio de la labor que aún queda por hacer.
La activista destacó la necesidad de cambiar la nomenclatura de la Comisión de Familia, Asuntos Religiosos y Valores a Comisión de Igualdad y la comunidad LGBT+, sugiriendo que este paso reflejaría un compromiso más firme hacia la inclusión y la garantía de derechos para todos.
Este comentario resalta no solo la visión de Nasho por un mundo más equitativo, sino también un desafío actual que enfrenta la política local: cómo integrar los derechos de diversos grupos en el marco de leyes y políticas públicas.
Así, el fallecimiento de Nasho Díaz no solo conllevó a una reflexión sobre su legado, sino que también dejo al descubierto la lucha continua que enfrenta la comunidad LGBT+ en Chihuahua frente a prejuicios y estructuras de poder que a menudo perpetúan la discriminación.
En su memoria, la diputada Rentería instó a sus colegas legisladores a continuar trabajando en pro de la igualdad, reafirmando que los avances en derechos humanos deben ser un tema prioritario en la agenda política de la entidad, un llamado que no sólo busca honrar su recuerdo, sino también abrir caminos hacia un futuro más incluyente y justo para todos los sectores de la población.
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