Jesús Manuel Carrasco afirma que es un problema propio de la ciudad porque la gran mayoría de homicidas que detienen con órdenes de aprehensión viven aquí, donde las células criminales tienen mucha materia prima.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN / Martín Orquiz) – Ciudad Juárez enfrenta un problema social muy grave que provoca que los jóvenes tengan como una fuente de trabajo muy atractiva el sicariato, advirtió el fiscal en la zona norte, Jesús Manuel Carrasco Chacón.
El funcionario afirmó que, desde su perspectiva, el problema es propio de esta frontera con base en la información que ha revisado en torno al fenómeno.
“Por alguna razón se ha generado, de manera involuntaria seguramente, por algo que no hemos hecho o que dejamos de hacer… esta ola de sicarios”, declaró hoy por la mañana después de terminar la reunión semanal de la Mesa de Seguridad.
Sustentó su declaración con el hecho de que en septiembre el personal a su cargo ejecutó 21 órdenes de aprehensión por el delito de homicidio, en octubre ese número se incrementó a 35, mientras que en lo que va del año suman ya 184 cumplimentadas.
Lo que le llama la atención, dijo, es que esa cifra es muy alta y es mucho el trabajo que está haciendo la Unidad de Homicidios y la Agencia Estatal de Investigación (AEI) para resolver los casos, integrarlos y obtener las órdenes de aprehensión y, además, detener a los sospechosos en una ciudad tan compleja.
Después de realizar un trabajo tan complejo, no se refleja en una disminución relevante en cuanto a asesinatos, tal como ocurrió el pasado fin de semana.
El hecho debe llamar la atención, continuó, porque sí se está trabajando de forma efectiva no se disminuye el delito, lo que genera la teoría de que la función de sicario aquí es una figura desechable, donde a pesar de un número importante de detenciones y procesos penales, las células que los contratan tienen materia prima.
“Hay mucho de donde contratar en la ciudad, todo lo que se detiene es de aquí, no hay gente que venga de otras partes de la República y que se contraten para el sicariato”, estableció.
Agregó que existe mucha gente con el deseo de quitarle la vida a alguien, pero ahí se queda; el problema es que aquí, además de la pretensión, existe a quien contratar, que es lo delicado.
Se debe revisar lo que viven los jóvenes y adolescentes, el camino delictivo que han tenido, la madurez criminal que tuvieron para dedicarse al sicariato.
También, señaló, se debe examinar de dónde vienen, no solo su entorno familiar, sino el social, determinar cuáles son las colonias que están produciendo sicarios, lo que daría oportunidad de revisar qué hacer en esos lugares, junto con otras áreas de gobierno, a manera preventiva para cortar esa racha de producción de jóvenes delincuentes que también cometen robos a comercios, a casas o de vehículos, dijo.
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