Walter Scott está considerado como el padre de la novela histórica.
La pluma de este gran narrador consigue dar vida a los siglos pretéritos con minuciosas descripciones que lo convirtieron en uno de los autores internacionales más leídos del siglo XIX.
Compartimos este fragmento de Ivanhoe en el que describe al Gran Maestre de los Templarios, Lucas de Beaumanior.
Disfrútalo.
SFU.
Sobre todo, mucha Salud, donde quiera que estén.
Una sociedad de guerreros ligados por las leyes del honor
QH Walter Scott
El Gran Maestre era un hombre de avanzada edad, como lo denotaba el color de su larga barba y de las pobladas cejas que sombreaban sus ojos; más los años no habían apagado el fuego que en ellos centelleaba. Sus facciones ásperas y la expresión de fiereza que en ellas se leía anunciaban el guerrero intrépido y formidable, en tanto que la palidez de su rostro y el orgullo de sus miradas daban a conocer su valor y entereza y la secreta satisfacción del que se juzga superior a cuantos le rodean. En medio de estos rasgos peculiares de su fisonomía se notaba en ella cierto aire de nobleza y magnanimidad, debido sin duda, a su trato frecuente con príncipes y soberanos y al ejercicio de la autoridad suprema en una sociedad de guerreros ligados no menos por las leyes del honor que por las reglas de su instituto. Su estatura era elevada, y a pesar de los años y de los trabajos, erguida y majestuosa. El corte y hechura de su manto eran los mismos que prescribía la Orden de San Bernardo, y se componía de un paño común ajustado al cuerpo, con la cruz peculiar a la Orden, de paño color de grana, sobre el hombro izquierdo. No adornaban este atavío los armiños con que se engalanaban los prelados de otras Órdenes religiosas; pero en consideración a su edad se había aprovechado del permiso que le daba la regla, y llevaba la túnica forrada de piel de cordero, con la lana hacia fuera, que era el mayor lujo que su conciencia le permitía usar, en vez de los ricos forros de pieles extrañas, tan a la moda en aquellos siglos. Tenía en la mano un báculo correspondiente a su dignidad. Llamábase ábaco, y terminaba por la parte superior en una placa redonda en que estaba grabada en medio de una orla la cruz octangular de la Orden. Su compañero estaba vestido del mismo modo; pero el profundo respeto con que le hablaba daba a entender que nada era igual entre ellos sino el traje.
La Cantera
La Cantera.Es un espacio de difusión pública sobre el librepensamiento, las buenas costumbres y para la preservación del pensamiento masónico moderno, bien sea masonería simbólica o filosófica; escocesa, yorkina o mexicana; o la obra filantrópica de Shriners o de Widow Sons; todo en este lugar.
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