Exploramos los orígenes de la masonería, diferenciando entre los aspectos sociológicos e históricos, desde la modernidad hasta su consolidación en 1717. Un viaje por la evolución de una de las fraternidades más enigmáticas.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/La Cantera) – Para comprender la esencia de la masonería, es crucial adentrarse en sus orígenes, tema ampliamente debatido en la esfera de las investigaciones históricas. A pesar de las dificultades para rastrear su nacimiento exacto, una distinción entre los orígenes sociológicos e históricos ofrece una perspectiva clarificadora.
Desde una óptica sociológica, la masonería emerge en el contexto de la modernidad, marcada por el pluralismo social y doctrinal. Este fenómeno se origina tras la Reforma protestante y se ve impulsado por el iluminismo, con su diversidad de corrientes de pensamiento. Paradójicamente, es la reacción al pluralismo, manifestada en la formación de sectas como refugios ante la diversidad social, lo que contribuye significativamente al surgimiento de la masonería. Estas dinámicas sociales revelan la búsqueda humana por una verdad que brinde soporte a la vida, en contraste con la desazón de existir en un mundo lleno de contradicciones.
Por otro lado, el origen histórico se sumerge en leyendas y prácticas esotéricas. Se traza una línea hacia los “Rosacruces”, una confraternidad fundada según la leyenda por Christian Rosenkreutz, que pretendía poseer un conocimiento oculto común a todas las religiones. Aunque este personaje y la orden son producto de la ficción creada por el pastor Johann Valentín Andreae, su intención de promover la unidad religiosa y espiritual se refleja en la búsqueda de sabiduría escondida. Este camino nos lleva a las “corporaciones de artes y oficios” de Inglaterra y Escocia, precursores directos de la masonería, donde se mezclaban técnicas, artes y simbolismos con intereses esotéricos.
La transformación hacia la masonería moderna se cristaliza el 24 de junio de 1717, con la fundación de la primera logia masónica en Londres. Este momento marca la separación definitiva de las corporaciones de trabajadores y artesanos, dando paso a una fraternidad con fuertes lazos esotéricos y filosóficos. La publicación de las constituciones por James Anderson en 1723, enfatizando deberes morales, el rechazo al ateísmo y la adhesión al poder estatal, establece las bases doctrinales que perduran hasta hoy.
Finalmente, en el origen de los “altos grados” y la diversificación de la masonería, destaca la figura de André Michel de Ramsay y su influencia en la nobleza francesa. La masonería, a través de sus rituales y grados, ofrece una compleja red de significados y prácticas que han evolucionado desde sus orígenes hasta convertirse en un movimiento global que sigue fascinando y generando debate.
La Cantera
La Cantera.Es un espacio de difusión pública sobre el librepensamiento, las buenas costumbres y para la preservación del pensamiento masónico moderno, bien sea masonería simbólica o filosófica; escocesa, yorkina o mexicana; o la obra filantrópica de Shriners o de Widow Sons; todo en este lugar.
Cualquier contribución editorial o comentario puede enviarla a nuestro correo electrónico.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.