¿Qué es la masonería y por qué ha sido objeto de controversia a lo largo de la historia? Descubre los valores comunes que busca promover esta institución y los mitos que la rodean.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/La Cantera) – La masonería es una institución que busca unir a los hombres en torno a valores comunes de tolerancia y fraternidad. No es un partido político, una religión, una secta ni una sociedad secreta, pero sí tiene sus secretos como cualquier otra institución. A pesar de ello, la masonería ha sido objeto de controversia y ha sido víctima de mitos y leyendas que la han rodeado durante siglos.
La Gran Logia de Inglaterra ha salido al paso de falsas interpretaciones y ha aclarado que la masonería es una práctica ritualizada que busca conservar y extender la creencia en la existencia de Dios, ayudar a los masones a regular su vida y conducta en los principios de su propia religión y promover la libertad, igualdad y fraternidad entre los pueblos del mundo.
“La masonería no tiene nada que ver con las leyendas que la rodean, como las misas negras, profanaciones de hostias, asesinatos de niños, cultos a Satanás y venganzas sangrientas.”
La masonería tiene sus orígenes en la Edad Media, cuando los albañiles tenían sus Patronos protectores y honraban a los dos San Juan, el Bautista y el Evangelista, y a los Cuatro Santos Coronados.
Las logias eran oficinas de trabajo con mesas o tableros de dibujo en las que se trazaban los detalles de la obra, y desde el punto de vista administrativo eran tribunales bajo la autoridad del maestro albañil, quien mantenía la disciplina. La vida de estos trabajadores estaba reglamentada por estatutos que buscaban la concordia fraternal.
Aunque la masonería ha tenido masones filósofos y eclesiásticos, la institución en sí no se quiere confundir con una religión o una filosofía. La masonería es un cuerpo que busca promover los valores comunes de tolerancia y fraternidad entre los hombres y no admite toda orientación y opinión como un movimiento filosófico.
La masonería ha sido fomentada por intereses político-religiosos y de ciertas ideologías necesitadas de prefabricar conspiraciones y contubernios “judeo-masónicos”. Sin embargo, la verdad es que la masonería busca promover valores nobles y universales de convivencia humana. Es hora de dejar atrás los mitos y leyendas y conocer la realidad detrás de esta institución centenaria.
¿Qué es la masonería?
La masonería es una organización gremial fraternal y creyente que se basa en la práctica de ritos y en la reflexión sobre símbolos. Su método de trabajo por excelencia contribuye más cabalmente al aprendizaje, incluso la misma práctica de la fraternidad masónica, que se efectuaba en un espacio sagrado o trascendente sometido a un ritual que tenía la finalidad de presentar a sus miembros un itinerario formado por símbolos, gestos, movimientos o alocuciones que les llevarían a la compresión de ciertos conocimientos.
La masonería destierra de sus logias todo aquello que pueda separar o enemistar a los hombres e impedir su unión, especialmente se prohíbe todo debate sobre asuntos políticos o religiosos. Su objetivo esencial es la hermandad y la tolerancia religiosa por encima de cualquier otra diferencia de credo, raza o condición social. Su aplicación integral de estos principios creó espacios de convivencia entre personas de distintos estamentos sociales y facilitó el encuentro entre católicos y protestantes, o entre cristianos, judíos y musulmanes.
La masonería se encamina a la práctica de la beneficencia y de la fraternidad interestamental y transnacional, es decir, universal, sin distinción de credos religiosos y políticos, raza o condición social. En la medida en que cultivaba una tolerancia respetuosa con las ideologías políticas y creencias religiosas imperantes en Europa, las logias acabaron por quebrar la sociabilidad oficial practicada en las corporaciones y gremios, o en los estamentos del clero, nobleza y tercer estado.
La masonería proporcionó un espacio de encuentro a hombres interesados por el humanismo en el sentido más amplio del término; un espacio que, al no estar sometido a la censura más o menos oficial, constituyó un movimiento alternativo, cuando no precursor, de la sociabilidad practicada en los museos, clubes, sociedades literarias, sociedades económicas, gabinetes de lectura, tertulias, academias y seminarios.
¿Qué no es la masonería?
La masonería ha sido una organización con frecuencia malinterpretada, rodeada de mitos y especulaciones. A menudo se ha descrito como una institución burguesa y revolucionaria, así como también como izquierdista, republicana y anticlerical.
A pesar de que la masonería fue fundada en un entorno monárquico, algunos la han calificado como una organización izquierdista. Sin embargo, la masonería especulativa es una organización apolítica que se fundamenta en la prohibición de las discusiones políticas y religiosas en las logias. En consecuencia, no se puede etiquetar como progresista o conservadora, monárquica o republicana. Su vocación está decididamente fuera de la política.
Es cierto que la masonería ha sido asociada con la ideología republicana, pero la verdad es que ha estado apoyada por los reyes mediante diversos privilegios y franquicias. Desde sus orígenes, la masonería surgió en un entorno monárquico y aristocrático, y la mayoría de sus miembros estaban animados por una ideología esencialmente conservadora. Por lo tanto, es más correcto afirmar que la masonería está más afinada con la monarquía que con la república.
La masonería también ha sido tachada de ser una organización laicista. Pero durante gran parte del siglo XVIII y comienzos del XIX, la masonería era todo lo contrario, ya que era inequívocamente creyente. La organización defendía la tolerancia entre las diversas confesiones religiosas, permitiendo que personas de diferentes credos compartieran trabajos en logia sin otra condición que la creencia en Dios. Por lo tanto, la masonería se alejó de toda discusión sobre la laicidad o aconfesionalidad del Estado.
En resumen, la masonería es una organización rodeada de mistificaciones. Si bien es cierto que ha sido asociada con la ideología republicana, la realidad es que la masonería ha estado más afinada con la monarquía que con la república. También es cierto que ha sido tachada de ser una organización laicista, pero en realidad, la masonería ha defendido la tolerancia entre las diversas confesiones religiosas. Por último, la masonería es una organización apolítica, lo que significa que no se puede etiquetar como progresista o conservadora, monárquica o republicana.
Con información de:
Javier Alvarado Planas, Monarcas masones y otros príncipes de la Acacia, Madrid, 2017, vol. II, pass.
Javier Alvarado Planas, Apercepciones sobre la iniciación masónica, Madrid, 2019, pp. 11-26.
La Cantera
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