López Obrador nacionaliza empresas estratégicas y genera beneficios económicos y operativos para el país.
Ciudad de México (ADN/Staff) – El gobierno de México, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha seguido una estrategia de nacionalización y adquisiciones de ciertos bienes de empresas privadas durante su sexenio, especialmente en el marco de su reforma energética.
Según cálculos realizados por Sputnik con base en cifras oficiales, solo en las últimas tres operaciones mencionadas, el gobierno mexicano ha invertido más de 6.884 millones de dólares. La adquisición de las plantas eléctricas de la compañía española Iberdrola fue la más costosa, con un total de 6.200 millones de dólares, lo que representa una cuarta parte del presupuesto anual para 2024 de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Ante las críticas de algunos sectores, el presidente López Obrador ha defendido su política económica y ha asegurado que no llegó al poder con la intención de privatizar o seguir una política neoliberal. Sin embargo, ha dejado claro que habrá cambios en la política económica del país.
El pasado 24 de febrero, el gobierno de México adquirió el control total de la mayor salinera del mundo, Exportadora de Sal (Essa), luego de comprar el resto de las acciones a la compañía japonesa Mitsubishi por 1.500 millones de pesos. Esta adquisición se suma a otras como la refinería de Deer Park en Estados Unidos, 13 plantas eléctricas y la compra de la parte que le faltaba a una exportadora de sal.
Desde su primera elección presidencial, López Obrador ha sido acusado por sus adversarios de querer nacionalizar decenas de empresas y de acabar con la propiedad privada. Sin embargo, las adquisiciones realizadas por su gobierno han sido en sectores estratégicos y mediante negociaciones pacíficas, sin objeción por parte de las empresas adquiridas.
El caso de la adquisición de 13 plantas eléctricas a la compañía española Iberdrola en abril de 2023 es un ejemplo de ello. A pesar de que se preveía una reacción negativa en los mercados, la noticia fue recibida con calma y sin temores de que el gobierno buscara adquirir más empresas del sector. Además, se espera que esta adquisición traiga beneficios para la empresa estatal Comisión Federal de Energía (CFE), que aumentará su generación de energía en el mercado mexicano al 55%.
Los expertos también resaltan que es necesario dejar de lado la idea de que los gobiernos administran peor que los privados y que, en realidad, durante el periodo neoliberal se demostró lo contrario. Un ejemplo de éxito es la adquisición de la refinería de Deer Park en Houston, Texas, por parte de Pemex en enero de 2022. A pesar de que la compra de Shell le costó a la empresa estatal 596 millones de dólares, al cierre de 2022 ya había generado una utilidad neta de 956 millones de dólares.
Además, para finales de 2023, Pemex anunció que la refinería de Deer Park ya mostraba su mejor desempeño operativo y financiero desde 2007, y que por primera vez en años había cerrado un ejercicio sin deuda. Estos resultados positivos fueron destacados por el director de finanzas de la petrolera mexicana, Carlos Cortez, quien aseguró que la refinería había tenido rendimientos netos positivos durante los últimos años, en contraste con las pérdidas registradas en años anteriores.
En resumen, la estrategia de nacionalización y adquisiciones del gobierno de México ha generado cierta controversia y críticas, pero los resultados hasta el momento han sido positivos. Las adquisiciones realizadas en sectores estratégicos como la energía y la industria salinera han demostrado ser beneficiosas para el país y para las empresas estatales involucradas. Habrá que esperar para ver cómo evoluciona esta política económica en los próximos años.
[Con información de Sputnik]
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