Feria Internacional del Libro de Guadalajara: premia a la poeta mexicana Coral Bracho y anuncia como invitada a la Unión Europea para 2023. Inicia a partir de noviembre.
Ciudad de México (ADN) – La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) es uno de los principales eventos culturales en México. Desde su puesta en marcha en 1987, ha posicionado a la ciudad de Jalisco como una capital de la cultura y el comercio literario. Esta feria ha alcanzado un reconocimiento internacional, al premiar a grandes escritores y ser el escenario de voces destacadas de la literatura latina.
A pesar de su trascendencia, la FIL Guadalajara también es un agente promotor de una noción de la literatura en la que el pulso artístico está definido por editoriales multimillonarias, cuyas prácticas monopólicas fomentan la compra de ejemplares y su transformación en piezas autografiadas.
Entrevistados por Sputnik, el posgraduado en literatura Jorge Aguilera y la editora Alessandra Pradel señalaron que, desde la perspectiva del comercio y los intereses del libro como una industria, la preponderancia de la FIL Guadalajara se explica por su volumen de ventas. Aguilera destacó que al priorizar los éxitos de ventas, se descuidan otros criterios como la construcción de lectores. Pradel, por su parte, señaló que dentro de esta feria hay una clara hegemonía cultural de derecha, destacando que las oportunidades para editoriales independientes son muy específicas dado el alto costo de un estand.
Ambos coinciden en que el libro como mercancía, impacta de manera negativa en la formación de lectores. El libro debe ser una herramienta de divulgación y de fomento del pensamiento, no un objeto redituable. Esta visión contrasta con la del escritor Paco Ignacio Taibo II, director de Fondo de Cultura Económica, quien ha fomentado la publicación y distribución masiva de libros de bajo costo en Latinoamérica.
Por último, Pradel destacó que, aún con sus limitaciones, la FIL Guadalajara ofrece una oportunidad para refrescar ideas e impulsar el pensamiento crítico. Esta feria, entonces, se convierte en un espacio de intercambio de experiencias y de investigación hacia la producción literaria de otros países.
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) se ha convertido en uno de los principales eventos culturales de México. Desde su puesta en marcha en 1987, ha posicionado a la ciudad de Jalisco como una capital de la cultura y el comercio literario, alcanzando un reconocimiento internacional. A pesar de su trascendencia, la FIL Guadalajara también es un agente promotor de una noción de la literatura en la que el pulso artístico está definido por editoriales multimillonarias y sus prácticas monopólicas.
Entrevistados por Sputnik, el posgraduado en literatura Jorge Aguilera y la editora Alessandra Pradel coinciden en que, desde la perspectiva del comercio y los intereses del libro como una industria, la preponderancia de la FIL Guadalajara se explica por su volumen de ventas. Esto lleva a priorizar mayoritariamente títulos muy vendibles, lo que descuida la construcción de lectores. Además, hay una hegemonía cultural de derecha dentro de esta feria, destacando que las oportunidades para editoriales independientes son muy específicas.
Ambos destacan que el libro debe ser una herramienta de divulgación y de fomento del pensamiento, no un objeto
[Con información de Sputnik]
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