Funcionarios federales dijeron que 48 migrantes murieron en el lugar, incluidas 22 personas de México, siete de Guatemala y dos de Honduras.
Ciudad de México (VOA) – Desde México hasta Guatemala, familias completas lloran la muerte de sus seres queridos, quienes se sofocaron esta semana al interior de un tráiler, después que el traficante de personas que los movilizaba los abandonara en medio de altas temperaturas.
Algunos de los dolientes, quienes se trasladaron al lugar en San Antonio, Texas, donde se ha levantado un altar en memoria de las 53 víctimas, afirman que ellos o sus seres queridos también habían emigrado ilegalmente a los Estados Unidos.
Otros que no cuentan con la posibilidad de poder desplazarse a EEUU, esperan noticias desde la distancia como, Magdalena Tepaz, quien en Tzucubal, una comunidad indígena de Guatemala perdió a su hijo Wilmer Tulul de 13 años.
La mujer de 38 años quien no habla español, solo Quiché, recibe noticias a cuentagotas, cuando hay un traductor de su dialecto disponible. Tepaz, quien fue entrevistada por AP, que su hijo salió el 14 de junio de la comunidad junto con su primo Pascual Melvin Guachiac, también de 13 años y otra de las víctimas.
Ambos intentaban llegar a Houston con familiares y tratar de iniciar una nueva vida y poder ayudar a sus padres. Pero su viaje se truncó en San Antonio: ambos fallecieron junto con otros migrantes, arremolinados en la caja del tráiler y bajo un calor sofocante.
Autoridades de inmigración dijeron que 53 personas murieron, muchas de ellas por deshidratación e insolación después de que las encerraron dentro del tráiler sin agua durante un día en que la temperatura ambiente subió a 103 grados Fahrenheit (39,4 grados Celsius).
Otros once aún están siendo tratados en hospitales locales, dijeron las autoridades.
Francisco Garduño, director del Instituto Nacional de Migración de México, entre los muertos había 27 mexicanos, 14 hondureños, siete guatemaltecos y dos salvadoreños.
Las nacionalidades de los otros tres aún no fueron reveladas.
Hasta el momento, cuatro hombres han sido arrestados y acusados por el incidente, según un comunicado de la oficina del fiscal de distrito del oeste de Texas.
La oficina dijo que un hombre de 45 años llamado Homero Zamorano había sido arrestado en la escena, donde fue visto “escondido en la maleza después de intentar fugarse”.
También fue visto en imágenes de vigilancia conduciendo el camión en un puesto de control de inmigración, cita el documento, y agregó que ha sido acusado de participación en el contrabando de extranjeros con resultado de muerte. Si es declarado culpable, podría enfrentar cadena perpetua o incluso la pena de muerte.
Zamorano, que es de Brownsville, pero ahora vive en Pasadena, un suburbio de Houston, abandonó el camión de 18 ruedas en una carretera semirrural cerca de la autopista interestatal 35 y trató de huir, dijeron las autoridades. Fue “observado escondido en la maleza después de intentar fugarse”, según el fiscal federal para el Distrito Oeste de Texas.
Los fiscales federales también acusaron a otros tres hombres en relación con el crimen: Christian Martínez, de 28 años, quien fue arrestado el martes en Palestina, en el este de Texas, y dos ciudadanos mexicanos, Juan Claudio D’Luna-Mendez, de 23 años, y Juan Francisco D. ‘Luna-Bilbao, de 48 años, que fueron detenidos el lunes en San Antonio.
La otra migración
Justo después de conocerse la tragedia en la que murieron varios guatemaltecos, el gobierno del país centroamericano reveló que, más de mil guatemaltecos han viajado con visas temporales durante el primer semestre del año.
Los guatemaltecos forman parte del programa de visas temporales H-2B ofrecidas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Departamento de Trabajo.
* Con información de AP y AFP
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