La fuerza de los vientos del meteoro se mantienen como huracán categoría uno con vientos máximos sostenidos de 140 km/h y rachas de 165 km/h, detalla el primer parte oficial de las 06:00 horas del centro de México (11:00 GMT).
Durante las próximas horas, el sistema ciclónico ocasionará “lluvias puntuales intensas de 75 a 150 milímetros (mm) en Baja California Sur”, estado localizado en el extremo sur de la península.
Olaf tocó tierra en las costas del municipio de Los Cabos donde se habilitaron 44 refugios temporales, informó la Comisión Nacional del Agua.
Según la trayectoria posible, el huracán trazará un giro hacia el oeste, sin embargo, se prevén “intervalos de chubascos de 5 a 25 mm, rachas de viento de 90 a 110 km/h y oleaje elevado de tres a cinco metros de altura y posibles trombas marinas en las costas de Baja California Sur”.
A la navegación marítima en las inmediaciones del sistema las autoridades mexicanas hacen “un llamado a extremar precauciones por vientos y oleaje frente a las costas de los estados mencionados”.
La zona más amplia de alerta se extiende en regiones de los estados de Nayarit y Sinaloa, con costas frente al Océano Pacífico.
En esos dos estados del noroeste se anuncian “rachas de 50 a 70 km/h con olas de uno a cinco metros en las costas de Nayarit y Sinaloa, además del sur del Mar de Cortés”.
En coordinación con el Centro Nacional de Huracanes de Miami, el SMN “estableció zona de prevención por efectos de huracán, desde la localidad pesquera Todos Santos hasta Cabo San Lázaro”.
Otra zona mayor de prevención por efectos de tormenta tropical, va “desde Cabo San Lázaro hasta Puerto San Andresito, y desde Todos Santos hasta Loreto, todas localidades de Baja California Sur”.
Las precipitaciones generadas por Olaf podrían generar “deslaves, incremento en los niveles de ríos y arroyos, y desbordamientos e inundaciones en zonas bajas”.
Las autoridades exhortan a la población a atender los avisos del SMN y seguir las indicaciones de las autoridades de Protección Civil.
El 9 de septiembre las autoridades cerraron los puertos de la zona, abrieron refugios temporales y los operadores turísticos trasladaron sus barcos en Cabo San Lucas a amarres más seguros.
Por el calentamiento de las aguas marinas durante el verano boreal, que termina el 22 de septiembre, las autoridades pronosticaron para este año entre 30 y 37 ciclones tropicales con vientos huracanados.
De ese total se formarán entre 15 y 18 ciclones tropicales en el Océano Pacífico que serán huracanes al registrar vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora, o más.
En toda la temporada que comenzó a finales de mayo en el Pacífico se formarán cuatro o cinco huracanes que serán los más peligrosos, alcanzando nivel de tres a cinco en la escala Saffir-Simpson, que mide el poder destructivo de los vientos, y hasta la fecha ningún ciclón tropical ha impactado en tierra con esa fuerza.