El debate de los aspirantes a la vicepresidencia del gobierno de Estados Unidos se celebró con una batalla dialéctica y constructiva sobre las políticas que deben regir en el país norteamericano.
Miami, Fl. (VOA/Antoni Belchi) – Analistas y expertos políticos destacaron el carácter “cívico” y la “discusión sin ataques personales” en el debate entre el vicepresidente Mike Pence y la senadora Kamala Harris, que tuvo lugar este martes en la Universidad de Utah en Salt Lake City, y que sirvió para abordar algunos temas, entre los que destacaron la gestión de la pandemia, el sistema sanitario, la economía, las relaciones con China y la violencia racial en el país.
“Ha sido un debate mucho más cívico, se han respetado bastante más y no ha habido ningún tipo de insulto”, comentaba la periodista Sarah Yáñez-Richards en declaraciones a la Voz de América.
En esa línea, el consultor político demócrata Javier Maza destacó que los votantes “recuperaron la esperanza de que sí es posible la discusión política civilizada y constructiva” tras ver el encuentro entre ambos candidatos a la vicepresidencia de Estados Unidos.
Sin embargo, Maza criticó el papel de la moderadora Susan Page, jefa del buró en Washington del diario USA Today, al considerar “que dejó hablar más a Pence” y “le faltó mano dura para controlar las intervenciones”.
Por su parte, el analista republicano Frank Rodríguez, se quedó con la “imagen presidenciable” que según él dio Mike Pence durante el debate, algo “muy importante para la audiencia”, dijo, debido a la avanzada edad de los aspirantes a la Casa Blanca: el republicano Donald Trump (74 años) y el demócrata Joe Biden (77 años).
“Se ha tratado de identificar quién pudiese ser el siguiente presidente, y la señora Kamala Harris hacía muchas muecas y gestos, casi burlándose de su contrincante mientras que él se mantuvo muy serio, que es parte de su personalidad”, subrayó Rodríguez.
La pandemia, China y la violencia racial centran el debate
En el encuentro entre ambos candidatos se abordaron diferentes temas. La gestión de la pandemia del coronavirus, sus consecuencias económicas, las relaciones comerciales con China, el cambio climático y los casos de violencia racial fueron algunas de las cuestiones que cobraron protagonismo en el primer y único debate entre Pence y Harris antes de las elecciones.
“El tema de la pandemia ha sido uno de los temas importantes. Pence trató de defender lo indefendible, pero le tocaba tener que presentar a Trump como a un líder que ha manejado esta pandemia de una manera eficiente, pero Harris tenía los hechos: los más de 200.000 muertos y los más de siete millones de infectados”, expuso Maza, el experto demócrata.
Una idea que contrasta con la del analista republicano que si bien asegura que fue un debate con “materia mucho más sustancial”, el vicepresidente Pence, “si estuviéramos hablando de boxeo, logró más golpes”.
“No contestaron a las preguntas”
Yáñez-Richards observó que, en varias ocasiones, los candidatos “no contestaron a las preguntas” sino que “respondieron a lo que más les convenía, a pesar de que la moderadora fue bastante clara y fue al grano”.
“Pence, en muchas ocasiones, prefirió seguir contestando a las preguntas pasadas y fue bastante evasivo en muchos casos”, lamentó.
Una observación compartida por el resto de analistas consultados por la VOA, que coincidieron al señalar que tanto la candidata demócrata como el republicano eludieron algunas de las preguntas formuladas durante el evento celebrado en la universidad.
“Ambos no estaban ahí para responder, porque hay que tener en cuenta que el periodista no es la persona más importante, lo más importante son los dos candidatos, y ellos tenían su plan”, defendía el analista republicano asegurando que “ningún candidato se va a dejar mangonear para llevarlo por un canal o por el otro”.
Maza, que también es consultor de campañas políticas, admitió a la VOA que esa técnica, la de eludir preguntas y responder a lo que interesa, es una de las técnicas recomendadas para un debate de estas características.
“Si la pregunta te compromete, no la respondas. Y me queda claro que los asesores, tanto de Pence como de Harris, han hecho bien su trabajo y los candidatos hicieron los que les tocaba hacer”, apostillaba al respecto.
Sin abordar temas hispanos
En este segundo debate previo a las elecciones estadounidenses, tampoco se abordó con menciones específicas a la comunidad hispana. En un momento de la noche, la senadora Kamala Harris aprovechó para resaltar el discurso de Trump sobre los mexicanos, a los que ha tildado de “narcotraficantes”, y criticar su política, aunque esa intervención quedó en una anécdota.
“No se ha tocado el tema latino, y el voto latino es muy importante”, decía la periodista y corresponsal de prensa especializada en política estadounidense.
Se da el caso de que, en esta elección, se ha batido el récord con 32 millones de latinos que pueden ejercer su voto, una participación que podría resultar determinante.
Maza cree que “es una deficiencia notable” el hecho de no incorporar temas que atiendan a las necesidades de la comunidad hispana en Estados Unidos. “Me hubiera gustado que la moderadora hubiera planteado el tema de la inmigración para saber qué pretendían hacer cada uno para los doce o trece millones de ilegales que hay en el país, creo que la pregunta hubiera sido válida para ver qué es lo que proponen ambos”, expresó el estratega demócrata confiado en que “en el tercer debate, si lo hay, se pueda abordar”.
Sin embargo, el analista republicano Frank Rodríguez sostiene que el tema de Venezuela, y la política exterior en la región ante la crisis en ese país, es una cuestión que, aunque podría resultar interesante para los hispanos, no es relevante para la mayoría de los votantes estadounidenses, de manera que no tiene cabida en un encuentro de este calibre.
“Pensar que en un debate de este nivel, los dos candidatos a vicepresidente van a invertir unos minutos en eso, no es viable ni factible”, justificó.
Harris presenta propuestas y Pence hace balance de gobierno
La senadora Kamala Harris presentó algunas propuestas electorales que se incluyen en el programa de gobierno del partido demócrata para los próximos cuatro años. Entre ellos, la reforma de la justicia penal y policial o la despenalización de la marihuana en toda la nación.
Por su parte, el vicepresidente se limitó a presentar el balance de la administración Trump.
“Este no fue el típico debate de dos políticos haciendo promesas, porque el presidente Trump ha cumplido con todas la promesas: desde poner magistrados en la Corte Suprema, poner jueces en las Cortes Federales, que regresen las fábricas a Estados Unidos, a renegociar el pacto con Canadá y México, crear un muro en la frontera o acabar con la inmigración ilegal” exponía Rodríguez convencido de que con “Trump se vislumbra una continuidad de su administración” si es escogido para su reelección.
Maza, el analista demócrata, cree que el papel de Pence sirvió “para limpiar la imagen del primer debate”, marcado por las interrupciones y las descalificaciones personales.
“Tuvo que acudir como un agente de relaciones públicas a limpiar todo lo que quedó en el suelo, todo lo que no se dijo. Quiero pensar que fue eso y no que no saben qué van a hacer en los próximos cuatro años”, agregó.
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