En Eagle Pass, Texas, San Ysidro, California, Lukeville y Nogales, Arizona, los agentes migratorios comenzarán el procesamiento regular de peatones y vehículos.

Las autoridades estadounidenses habían suspendido ciertas operaciones, incluyendo el tránsito de trenes, desde mediados de diciembre, debido al alto número de encuentros con migrantes irregulares en la zona.

En los últimos días, según funcionarios de la Casa Blanca, tanto la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), como las autoridades mexicanas, han “intensificado los esfuerzos de aplicación de la ley”, lo que -según dijeron- estaría normalizando el flujo.

“Hemos tomado medidas importantes para aumentar el personal y los recursos a los sectores afectados en la frontera y abordar los desafíos que hemos estado experimentando en la frontera suroeste”, dijo el funcionario.

Tan solo el primer día del año, agentes migratorios a lo largo de la frontera entre EEUU y México interceptaron a 2.500 migrantes, agregó el funcionario.

“Anticipamos que el número de encuentros en la frontera seguirá fluctuando”, esto debido a que en momentos como la temporada festiva, los números de migrantes interceptados tiende a disminuir.

Funcionarios estadounidenses también resaltaron la reanudación de vuelos de repatriación de migrantes venezolanos que se encuentran en México, como una “importante iniciativa” para reducir la migración irregular. El primer vuelo salió el 31 de diciembre con 207 venezolanos que aterrizaron en Caracas.

A finales de enero, un grupo de funcionarios estadounidenses se reunirá con autoridades mexicanas para continuar conversaciones sobre la crisis migratoria en la región.

Este encuentro seguirá el celebrado el 27 de diciembre en Ciudad de México, cuando el secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, se reunieron con el presidente Andrés Manuel López Obrador.