Los comentarios de Le Pen, que según las encuestas ganará las elecciones presidenciales francesas de 2027 si se le permite presentarse, subrayan cómo el endurecimiento de la postura de Trump sobre la inmigración puede llegar a influir en la política europea. Aunque los años de continua inmigración han arrastrado al continente hacia la derecha, dejando a muchos más votantes receptivos a sus opiniones, antes impensables.

En el último ejemplo de este giro, los conservadores de la oposición alemana lograron el miércoles la aprobación parlamentaria de una propuesta no vinculante para restringir drásticamente la migración con la ayuda de los votos de Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán), rompiendo el tabú sobre la cooperación con la extrema derecha.

Francia también ha virado hacia la derecha. El ministro conservador del Interior, Bruno Retailleau, que ha hecho de la inmigración y la violencia del narcotráfico sus dos principales preocupaciones, se ha esforzado por persuadir a Argelia y Marruecos para que reciban más deportados de Francia.

En una entrevista televisiva emitida a última hora del miércoles, Le Pen dijo que Francia debería ser más agresiva con la antigua colonia de Argelia, adoptando la estrategia de Trump con Colombia.

Trump amenazó con imponer aranceles aplastantes y sanciones a Colombia si no recibía deportados, lo que llevó a alcanzar un acuerdo para evitar una guerra comercial.

“Haría exactamente lo que Donald Trump hizo con Colombia”, dijo Le Pen, que añadió que bloquearía todas las transferencias de dinero a Argelia y suspendería los visados para los argelinos y sus líderes políticos si se negara a cooperar.

“Debilidad”

“Hay medidas de represalia que son completamente naturales”, añadió. “¿Por qué mostramos tanta debilidad con países que nos escupen a la cara mañana, tarde y noche?”

Le Pen dijo que le habían impresionado los primeros días de Trump en el cargo.

“Se comprometió y, en los primeros días, vino a decirle al pueblo estadounidense: ‘Me han elegido para hacer esto, voy a hacerlo'”, dijo. “Hacía mucho tiempo que no teníamos este sentimiento en Francia”.

Por el contrario, Le Pen dijo que Retailleau “habla, habla y habla, ¿pero cuándo actúa? (…) Me gustaría que el señor Retailleau hiciera mucho más de lo que hace”.

El 31 de marzo, los jueces decidirán si Le Pen debe ser inhabilitada para ejercer cargos públicos durante cinco años por presunta corrupción, en una sentencia que podría trastocar la política francesa.