Cuomo enfrenta la perspectiva de convertirse en el segundo gobernador en ser acusado en la historia del estado. Si es declarado culpable, el Cuomo sería destituido de su cargo y posiblemente se le prohibiría permanentemente buscar un cargo político en todo el estado. Lo reemplazaría la vicegobernadora Kathleen Hochul, una demócrata.

La semana pasada, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, dijo que Cuomo presuntamente acosó a 11 empleadas actuales y anteriores del gobierno estatal, con besos no deseados, manoseos, abrazos y comentarios inaceptables.

Las denuncias surgieron en una entrevista anónima durante el invierno del periódico Times Union de Albany, la capital estatal, a una mujer que dijo que ella era una de las 11 que acusaban a Cuomo de acoso sexual.

Esta persona resultó ser Brittany Commisso, identificada como una asistente ejecutiva de Cuomo, quien finalmente decidió revelar su identidad y presentar una demanda contra el gobernador ante la oficina del alguacil de Albany la semana pasada.

Commisso apareció el lunes en una entrevista de la cadena CBS y el Times Union en que dijo que Cuomo le acarició el pecho en una ocasión y que no había dado su nombre anteriormente por temor a ver destruida su carrera por los colaboradores del gobernador.

Cuomo se ha defendido de la acusaciones y rechazado las peticiones para que renuncie. La semana pasada afirmó en una conferencia de prensa que “nunca” tocó a nadie “de manera inapropiada”.

Cuomo está siendo investigado por una comisión de la legislatura estatal de Nueva York, que busca determinar si se deben presentar acusaciones que desembocarían en un juicio político que podría llevar a su destitución.

Su situación no luce promisoria, porque hasta el presidente Joe Biden dijo que debía renunciar.

Commisso dijo en la entrevista que quiere responsabilizar a Cuomo de sus actos, porque “violó la ley”.

[Con información de AP y Reuters]