La Asamblea General adoptó el proyecto de resolución por consenso, o sin votación. Fue presentado por Liechtenstein y copatrocinado por más de 100 países.

La resolución requiere que el presidente de la Asamblea General convoque una reunión de los 193 estados miembros de la ONU cada vez que uno o más de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad emita un veto. Luego, la asamblea llevaría a cabo un debate sobre la situación en la que se emitió el veto, y aquellos que vetaron serían invitados a dirigirse a la asamblea para explicar su acción.

Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad son Reino Unido, China, Francia, Rusia y Estados Unidos. Washington y Londres estuvieron entre los copatrocinadores de la medida. El representante de Moscú dijo después de la adopción que su delegación “no tenía ningún deseo de unirse al consenso”.

“El poder de veto viene con la responsabilidad de trabajar para el logro de los propósitos y principios de la Carta de la ONU en todo momento”, dijo el embajador de Liechtenstein, Christian Wenaweser, al presentar el texto y agregó que se debe dar voz a todos los miembros cuando el Consejo de Seguridad no pueda actuar.

El veto se ha emitido 295 veces desde que se creó la ONU en 1945. La Unión Soviética / Rusia ha emitido la mayoría de ellos. Reino Unido y Francia son los que menos lo han usado, la última vez en 1989.

El derecho a veto ha estancado las acciones más recientes en relación con la guerra de Ucrania, pero también durante la última década en el conflicto de Siria, así como en las crisis en otras partes del mundo.

Si bien la resolución se adoptó sin votación registrada, varias delegaciones dijeron que se abstendrían, y al menos una, Bielorrusia, afirmó que se estaba desvinculando del resultado.