El presidente aseguró que el objetivo se ha cumplido: impedir que Al Qaeda pueda usar este país como base para orquestar nuevos ataques contra EE. UU.
Washington, DC. (VOA/) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este miércoles que ha dado órdenes de traer a casa a todas las tropas desplegadas en Afganistán, un repliegue que debería completarse antes de que se cumpla el 20º aniversario de los atentados del 11 de Septiembre, que dieron lugar a un conflicto que se ha acabado convirtiendo en el más longevo de la historia del país.
“Es hora de poner fin a la guerra más longeva de EE. UU. Es hora de que las tropas estadounidenses vuelvan a casa”, declaró Biden de manera solemne durante una comparecencia desde la Casa Blanca.
El mandatario aseguró que había tomado esta decisión tras consultar con socios y aliados, el alto mando estadounidense y el presidente Ashraf Ghani, entre otros. “Nuestro plan siempre fue: entramos juntos y salimos juntos”, dijo.
“Las tropas estadounidenses, así como aquellas desplegadas por nuestros aliados de la OTAN y socios operacionales, estarán fuera de Afganistán antes de que se cumpla el 20 aniversario de ese espantoso ataque del 20 de septiembre”, declaró en referencia a los atentados orquestados en Nueva York y Washington DC por Al Qaeda en 2001, en los que perdieron la vida cerca de 3.000 personas.
Biden se aferró al hecho de que, según dijo, el objetivo que buscaba alcanzar Estados Unidos al entrar en guerra en Afganistán se logró hace tiempo: “Garantizar que Afganistán no fuera usado como una base desde donde pudiéramos ser atacados nuevamente”.
“Ajusticiamos a [Osama] Bin Laden hace una década y hemos seguido en Afganistán durante una década”, observó. “Desde entonces, las razones para permanecer en Afganistán eran cada vez menos claras”.
El comandante en jefe estadounidense lamentó tener que ser el cuarto inquilino de la Casa Blanca que se tiene que enfrentar a esta situación, algo que achacó a la estrategia de sus predecesores de condicionar una retirada de tropas a una mejoría de la situación en el país. “No podemos continuar el ciclo de extender o expandir nuestra presencia militar en Afganistán esperando crear las condiciones ideales para la retirada, y esperar un resultado diferente”.
En relación con este legado que va pasando de mandatario en mandatario, Biden hizo referencia al acuerdo firmado en febrero del año pasado entre el entonces presidente Donald Trump y la insurgencia talibán, que establecía, entre otras cosas, la retirada de las tropas estadounidenses para el próximo 1 de mayo.
El presidente se refirió a este acuerdo, conocido como el acuerdo de Doha, como algo “heredado” por su Administración pero, en todo caso, recalcó que no deja de representar “la palabra de Estados Unidos”.
“Por ese motivo, EE. UU. comenzará su retirada final –comenzará- el 1 de mayo de este año. No nos precipitaremos hacia la salida, lo haremos de manera responsable y segura, y lo haremos en plena coordinación con socios y aliados”, zanjó.
Precisamente este miércoles, el portavoz talibán Zabihullah Mujahid insistió en que todas las tropas extranjeras deben abandonar el país “en la fecha especificada en el acuerdo de Doha”. “Si se viola el acuerdo y las tropas extranjeras no abandonan el país en la fecha especificada, seguro que se producen problemas”, dijo en Twitter.
Biden respondió a esta velada amenaza asegurando que el Pentágono empleará “todas las herramientas a su disposición” para garantizar la seguridad de las tropas aliadas y se comprometió a tomar medidas en caso de que la insurgencia talibán no cumpla con su parte del acuerdo.
Tras realizar el anuncio, el presidente se acercó al Cementerio Nacional de Arlington, donde presentó sus respetos a los soldados estadounidenses caídos en el conflicto afgano.
Oficialmente, hay 2.500 soldados estadounidenses en Afganistán, aunque el número fluctúa con frecuencia y se estima que actualmente están desplegados un millar más. También hay desplegados hasta 7.000 militares adicionales de la coalición, la mayoría de ellos tropas de la OTAN.
Precisamente este miércoles, el portavoz talibán Zabihullah Mujahid insistió en que todas las tropas extranjeras deben abandonar el país “en la fecha especificada en el acuerdo de Doha”. “Si se viola el acuerdo y las tropas extranjeras no abandonan el país en la fecha especificada, seguro que se producen problemas”, dijo en Twitter.
Biden respondió a esta velada amenaza asegurando que el Pentágono empleará “todas las herramientas a su disposición” para garantizar la seguridad de las tropas aliadas y se comprometió a tomar medidas en caso de que la insurgencia talibán no cumpla con su parte del acuerdo.
Tras realizar el anuncio, el presidente se acercó al Cementerio Nacional de Arlington, donde prestó sus respetos a los soldados estadounidenses caídos en el conflicto afgano.
Oficialmente, hay 2.500 soldados estadounidenses en Afganistán, aunque el número fluctúa con frecuencia y se estima que actualmente están desplegados un millar más. También hay desplegados hasta 7.000 militares adicionales de la coalición, la mayoría de ellas tropas de la OTAN.
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