Un alto funcionario de la administración dijo a los reporteros el martes que los proyectos escogidos abarcarán un espacio de alrededor de ocho años.

“Estas son inversiones de alto valor, las inversiones que todos los expertos han identificado como que contribuyen a abordar deficiencias y mejorar la eficiencia económica”, dijo el funcionario. “Y pensamos que son inversiones que, como país, no podemos darlos el lujo de pasarlas por alto”.

Biden está proponiendo pagar por todo a través de cambios en los impuestos de las corporaciones, como elevar el impuesto corporativo del 21% al 28%.

La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el martes que la administración está abierta a diferentes ideas para financiar el paquete, pero las preocupaciones sobre la condición de la infraestructura del país es algo compartido por todo el espectro político.

Los republicanos en el Congreso han expresado su oposición al plan de Biden de elevar impuestos, alegando que afectaría a los trabajadores, dilataría el crecimiento económico y pondría en desventaja a las compañías estadounidenses ante los competidores extranjeros.

El alto funcionario que esbozó el plan antes del discurso de Biden dijo que uno de los focos de la propuesta es “convertir nuestra infraestructura del futuro más resistente al cambio climático”, con iniciativas como ayudar a la flotas de autobuses a cambiar a vehículos eléctricos y a abaratar los automóviles eléctricos para los consumidores”.

También anticipó que Biden quiere eliminar todas las tuberías de plomo en el sistema de agua potable y alcanzar un servicio de internet de banda ancha a mejor precio para todos.

Otra parte del plan está dirigido a investigación y desarrollo en sectores como las baterías y semiconductores, así como entrenamiento laboral para esas industrias.