El presidente de EEUU, Joe Biden, recibe en California al líder chino, Xi Jinping, en un encuentro que abrió con un tono conciliador entre ambos. Se espera que las conversaciones alivien las fricciones entre las dos superpotencias en torno a temas como el narcotráfico o la inteligencia artificial.
Estados Unidos (VOA) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió este miércoles al líder chino, Xi Jinping, a las afueras de San Francisco, en el estado de California, para una reunión bilateral en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y en la que ambos se mostraron a favor de limar las asperezas.
“Tenemos que asegurarnos de que la competencia no desemboque en un conflicto”, dijo Biden al comienzo de la mesa de trabajo entre ambas delegaciones.
“Valoro nuestra conversación porque creo que es primordial que se entienda claramente, de líder a líder no hay conceptos erróneos ni fallas de comunicación”, afirmó el mandatario estadounidense.
Ambos líderes se reúnen por primera vez en un año para mantener conversaciones que podrían aliviar las fricciones entre las dos superpotencias sobre conflictos militares, narcotráfico e inteligencia artificial, entre otros asuntos.
Xi, por su parte apostó por el progreso de la relación bilateral, la que calificó como la más importante del mundo actual tratándose de las dos mayores potencias y dijo que esta “debería desarrollarse de una manera que beneficie a nuestros dos pueblos y cumpla con nuestra responsabilidad por el progreso humano”.
El mandatario chino abordó el desarrollo de las relaciones entre Beijing y Washington en los últimos cincuenta años.
“Darse la espalda unos a otros no es una opción, no es realista que un lado remodele al otro”, observó Xi, al tiempo que desestimó la vía del conflicto y la confrontación pues -a su parecer- tendría “graves consecuencias” para ambas partes.
Está previsto que Biden y Xi discutan sobre Taiwán, el Mar de China Meridional, la guerra entre Israel y Hamás, la invasión rusa de Ucrania, Corea del Norte y los derechos humanos, áreas donde los líderes no han podido resolver desacuerdos de larga data.
En cuanto a la Cumbre de la APEC, los líderes del grupo de 21 países -y cientos de directores ejecutivos de la ciudad de San Francisco – se reúnen estos días en medio de la debilidad económica china, las disputas territoriales de Beijing con sus vecinos y un conflicto en Oriente Medio que está dividiendo a Estados Unidos de sus aliados.
Los esfuerzos por coreografiar cuidadosamente la visita de Xi pueden verse frustrados en San Francisco a pesar de los esfuerzos por expulsar a las personas sin hogar de las calles. La ruta desde el aeropuerto hasta el lugar de la conferencia estuvo llena de manifestantes a favor y en contra del gobernante Partido Comunista de China, un espectáculo inusual para Xi, quien visitó Estados Unidos por última vez en 2017.
Biden ha buscado una diplomacia directa con Xi, apostando a que una relación personal que ha cultivado durante una docena de años con el líder chino más poderoso desde Mao Zedong y que podría salvar unos lazos que se están volviendo cada vez más hostiles.
Chong Ja Ian, profesor de ciencias políticas en la Universidad Nacional de Singapur, dijo que las dos partes están comprometidas en lo que Mao llamó durante la guerra civil china “hablar y luchar, luchar y hablar”.
“Es decir, hablar mientras se acumulan fuerzas”, dijo Chong en un reporte recogido por Reuters.
La Casa Blanca espera que la reunión pueda sentar las bases para futuras conversaciones entre las economías más grandes del mundo.
“Todos esperamos que esta sea una discusión productiva hoy y, con suerte, un precursor de mucha más comunicación y diálogo entre nuestros dos equipos en el futuro”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, a los periodistas antes de la reunión.
Irán, interferencia electoral, fentanilo
Durante la reunión, se espera que Biden presione a Xi para que utilice la influencia de China para instar a Irán a evitar acciones provocativas o alentar a sus representantes a entrar en la contienda, medidas que podrían extender el conflicto entre Israel y Hamás por todo el Medio Oriente.
También se espera que plantee supuestas operaciones chinas para influir en elecciones extranjeras, el estatus de los ciudadanos estadounidenses que Washington cree que están detenidos injustamente en China y los derechos humanos, incluido lo que Washington dice que es un genocidio en curso contra los uigures y otras minorías étnicas en la región china de Xinjiang.
“Creo que podemos esperar que el presidente plantee nuestras preocupaciones sobre los derechos humanos en China para incluir la cuestión de los uigures”, dijo Kirby.
Los funcionarios estadounidenses esperan pasos concretos para restablecer las conversaciones a nivel de personal entre los dos países sobre temas que van desde las comunicaciones entre militares hasta la reducción del flujo de fentanilo, la gestión del crecimiento de las tecnologías de inteligencia artificial y la gestión del comercio y el clima.
Antes de la reunión, ambos países respaldaron un nuevo objetivo de energía renovable y dijeron que trabajarían para reducir la contaminación por metano y plástico, una renovación de la cooperación climática suspendida después de que la ex presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitara Taiwán en 2022.
Se espera que Biden le diga a Xi que los compromisos de Estados Unidos en el Indo-Pacífico no han cambiado. China ha preocupado a sus vecinos en los últimos años con medidas en el Estrecho de Taiwán, el Mar de China Meridional y el Mar de China Oriental, zonas de disputa internacional.
[Con información de Reuters]
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