Hasta el momento, las deliberaciones se realizan en buena medida al nivel de los abogados de la Casa Blanca. Pero el propio Biden ha discutido el tema con algunos de sus principales asesores, según dos personas al tanto del asunto que hablaron bajo condición de anonimato a fin de discutir el tema. No se han tomado decisiones, dijeron las fuentes, y es posible que Biden opte por no emprender acción alguna.

Históricamente, los indultos se han reservado para personas acusadas de delitos específicos y, por lo general, a quienes ya fueron declarados culpables de un crimen. Pero el equipo de Biden sopesa la posibilidad de emitirlos a personas que ni siquiera han sido investigadas, mucho menos acusadas. Temen que Trump y sus aliados, quienes han alardeado que tienen una lista de enemigos y prometen “represalias”, puedan iniciar investigaciones que podrían tener un alto costo financiero y para la reputación de sus objetivos, incluso si no resultan en procesamientos.

Si bien el poder de indulto del presidente es absoluto, si Biden lo llega a emplear de esta manera marcaría una expansión significativa de su uso, y algunos asesores de Biden temen que pueda sentar las bases para que Trump lo utilice de forma aún más drástica. También han expresado preocupación en que emitir indultos alimente las afirmaciones de Trump y sus aliados de que los individuos cometieron actos indebidos al grado de que requieren de inmunidad.

Entre los posibles beneficiarios se incluye al especialista en enfermedades infecciosas, el Dr. Anthony Fauci, quien fue instrumental en la lucha contra la pandemia de coronavirus y que se ha convertido en un paria para los conservadores, quienes siguen enojados por los requerimientos del uso de mascarillas y de vacunación. Otros podrían incluir a testigos en los juicios penales o civiles en contra de Trump y a funcionarios del gobierno de Biden que han provocado la ira del presidente entrante y sus aliados.

[Con información de The Associated Press]