· Se trata de un proyecto multidisciplinario que tiene como propósito producir un medicamento que inhiba los daños específicos de la bacteria Helicobacter Pylori, patógeno causante de la gastritis y de úlceras gástricas.
Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) trabajan en la creación de un medicamento que inhiba perjuicios específicos de la bacteria conocida como Helicobacter Pylori, microorganismo que produce gastritis.
La Asociación Mexicana de Gastroenterología (AMG) define la gastritis como aquella inflamación del recubrimiento interno del estómago, por acción del jugo gástrico (ácido clorhídrico y pepsina).
Este órgano tiene mecanismos de defensa contra la acción corrosiva de dicho jugo; sin embargo, existen varios factores que afectan su funcionamiento y vulneran la protección que la mucosa proporciona a dicho órgano.
Entre las causas por las cuales se puede desarrollar gastritis destacan las siguientes: la ingesta de alimentos irritantes, el ayuno prolongado, el uso constante de medicamentos agresivos para el estómago, el consumo constante de alcohol y, recientemente, la exposición cotidiana a altos niveles de estrés, así como malos hábitos alimenticios, y la infección por Helicobacter pylori.
Respecto a esta última causa, Jorge Luis Rosas Trigueros, responsable del diseño de algoritmos bioinformáticos y catedrático de la Escuela Superior de Cómputo (Escom), explicó que esta bacteria afecta a casi 50 por ciento de la población mundial, una situación que se deriva de la resistencia y sobrevivencia de este microorganismo en ambientes muy ácidos.
Aunque tener este padecimiento no es sinónimo de estar infectado por Helicobactery pylori, la probabilidad de infestación con este microorganismo es alta, si se está enfermo de gastritis, debido a que la mucosa del estómago se debilita.
Rosa Trigueros expuso que esta bacteria se puede transmitir por compartir cubiertos, platos y vasos, de ahí que la frecuencia de infección sea muy grande.
“Combatirla resulta complicado, porque neutraliza el ácido clorhídrico para sobrevivir. De igual forma, el moco gástrico es rico en urea y esta es usada por tal bacteria para suavizar el estómago e instalarse en este ambiente sin ningún problema”, explicó el investigador de la Escom.
Debido a la resistencia y las condiciones bajo las cuales la Helicobacter pylori sobrevive, los tratamientos médicos suelen ser muy agresivos para el estómago, lo cual reduce la efectividad de los fármacos.
Ante tal situación, el doctor Rosas dijo que el medicamento que buscan crear no generará efectos secundarios y permitirá inhibir la proliferación de enzimas que desgastan la capa de moco que cubre el estómago.
Rosas Trigueros puntualizó que desarrollar un nuevo fármaco es costoso. Sin embargo, comentó que, gracias a la bioinformática utilizada en el diseño de los algoritmos para el medicamento en cuestión, disminuye el tiempo de producción y reduce gastos, esto debido a que facilita la investigación en farmacología y el diseño de nuevos tratamientos que son viables de adquirir.
De acuerdo con el Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Unidad Tamaulipas, del IPN, la bioinformática es un área de investigación interdisciplinaria (matemáticas aplicadas, estadística, ciencias computacionales, inteligencia artificial, química y bioquímica).Se encarga de estudiar el desarrollo de métodos computacionales y técnicas estadísticas para resolver problemas prácticos y teóricos derivados del almacenamiento, extracción, manipulación y distribución de información relacionada con datos biológicos (principalmente de macromoléculas).
El objetivo principal de la bioinformática es entender mejor las células y la manera en que funcionan a nivel molecular. De esta manera la investigación en bioinformática puede generar nuevas ideas y ofrecer una perspectiva global de las funciones celulares.
Diseño de medicamentos y análisis forense de ADN son algunas de las aplicaciones prácticas de la bioinformática.
Para este proyecto se cuenta con la participación de seis alumnos de licenciatura integrantes del Programa Institucional de Formación de Investigadores (PIFI). También colaboran Claudia Benítez Cardoza, especialista y líder de la investigación, de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMH); José Correa Basurto, de la Escuela Superior de Medicina (ESM), y Xianwu Guo, del Centro de Biotecnología Genómica (CBG).
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