El paquete, que los demócratas han advertido que será bloqueado en la cámara alta, establecería límites estrictos a los solicitantes de asilo y les obligaría a pedir protección estadounidense fuera del país.
La cámara baja aprobó con 219 frente a 213 votos el proyecto de ley, con ningún demócrata a favor y un republicano en contra. Las nuevas normas también reanudarían la construcción de un muro a lo largo de la frontera y ampliaría los esfuerzos federales para hacer cumplir la ley.
“El componente clave de este proyecto de ley es donde decimos: ‘Si vienes a nuestro país, podrás, de acuerdo con la ley, presentar tu solicitud de asilo… pero serás detenido o serás devuelto mientras se adjudica tu solicitud”, dijo el presidente del Comité Judicial de la Cámara, Jim Jordan, durante el debate sobre el proyecto de ley.
La votación se produjo en previsión de la expiración el jueves a medianoche de la restricción de inmigración, el Título 42, que comenzó bajo el mandato del expresidente Donald Trump en 2020 al inicio de la pandemia de COVID-19.
Esa política ha permitido a las autoridades expulsar a los migrantes a México sin la oportunidad de solicitar asilo, citando preocupaciones de salud. En los últimos días, funcionarios de la frontera suroeste han estado viendo una gran afluencia de inmigrantes ante la expiración del Título 42.
“Mis colegas republicanos están tratando de llevarnos de vuelta a las políticas fallidas, ilegales e inmorales de la administración Trump”, dijo el representante Jerrold Nadler, el demócrata de mayor rango en el comité judicial.
“Este proyecto de ley sirve como una prohibición total del asilo. Nadie podría solicitar asilo en Estados Unidos si cruza entre puertos de entrada o si tenía o podría haber tenido incluso un estatus temporal en un tercer país”, añadió Nadler.
En las tres últimas décadas, el Congreso no ha logrado introducir reformas significativas en materia de inmigración. Mientras Biden se prepara para su reelección el año que viene, el gran número de personas que solicitan asilo en Estados Unidos ha sensibilizado a los votantes.
Según una encuesta de Reuters/Ipsos publicada esta semana, el 54% de los encuestados, entre ellos un 77% de republicanos y un 34% de los demócratas, se oponen a abrir la frontera a más inmigrantes cada año y sólo el 26% dice aprobar la gestión del gobernante sobre ese fenómeno.