“Es algo vergonzoso”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en una sesión informativa vespertina.
El jueves, al menos dos autobuses con inmigrantes enviados desde Texas a Washington, en vez de hacer su última parada en Union Station como venía siendo habitual, se dirigió a la casa de Harris, donde les dejó.
Asimismo, el miércoles el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, ordenó el envío de dos aviones de inmigrantes a Martha’s Vineyard, Massachusetts. Los vuelos se debieron a una iniciativa para “transportar inmigrantes ilegales a destinos santuario”, explicó el jueves Taryn Fenske, directora de comunicaciones de DeSantis.
Los dos vuelos, que transportaban a unos 50 migrantes, se originaron en San Antonio, Texas, reportó Reuters.
La legislatura de Florida asignó 12 millones de dólares para transportar a inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos hacia otros lugares, dijo Fenske en un comunicado.
“Estados como Massachusetts, Nueva York y California facilitarán mejor el cuidado de estas personas a las que han invitado a nuestro país”, dijo Fenske.
La Casa Blanca dijo que estos gobernadores republicanos están interfiriendo en el proceso legal de tratar a los inmigrantes. “Recuerden que estamos hablando de gente que está huyendo del comunismo, de penurias”, dijo.
“Esta es una treta política, esto es lo que estamos viendo de los gobernadores republicanos en particular”, remató la portavoz.
Jean-Pierre también acusó a los senadores republicanos por Florida, Marco Rubio y Rick Scott de haber torpedeado en el Congreso una solicitud del presidente Joe Biden para otorgar más fondos al Departamento de Seguridad Nacional para reforzar el trabajo en la frontera.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó a trasladar inmigrantes a Washington DC en abril y luego también a Nueva York y Chicago. El gobernador de Arizona, Doug Ducey, ha estado enviando inmigrantes a Washington desde mayo.
Harris, poco después de asumir el cargo, recibió la tarea de ocuparse de la cuestión migratoria, pero ha sido criticada frecuentemente por la oposición republicana de mantenerse de brazos cruzados ante lo que consideran una política de fronteras abiertas.
Según datos de la Patrulla Fronteriza de EEUU, las autoridades detuvieron entre enero y julio a migrantes 1,43 millones de veces en la frontera sur, contabilizando los que son expulsados y regresan nuevamente, lo que significa un 28% más que en el mismo período del año anterior.
Solidaridad en el lugar
Tatiana Laborde, directora general del grupo SAMU First Response, que asiste a los inmigrantes que llegan a Washington DC, dijo más temprano en entrevista con la Voz de América que estos se vieron sorprendidos con el cambio de itinerario el jueves.
“Nosotros estábamos a las cinco y media de la mañana listos para recibirlos en Union Station, pero hubo un cambio de último minuto que no fue informado a las organizaciones locales y los dejaron aquí, al lado de la casa de la vicepresidenta”, explicó.
Laborde informó que los inmigrantes estuvieron cerca de una hora en el lugar hasta que fueron llevados a un centro de acogida, donde ya a algunos les aguardan sus próximos destinos, como Nueva York y otras ciudades. Agregó que cada semana reciben entre 7 y 11 autobuses con inmigrantes procedente del suroeste de EEUU.
María de las Hortas, una inmigrante hondureña se llegó hasta el lugar al ver la noticia en la televisión local y explicó a la VOA el motivo de su solidaridad. “Andamos dando donaciones para las personas de nuestro país. Y pensamos en ir a comprar cosas, hacerles comida y traerles a ellos porque así como como ellos andan aquí, así llegamos nosotros a este país”.
* El periodista de la VOA en Washington DC, Iacopo Luzzi, contribuyó con este reporte. Con información de Reuters.
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