Las protestas en 15 provincias iraníes comenzaron después de la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, bajo custodia policial. La joven fue arrestada el 13 de septiembre por la llamada policía de moralidad por no usar apropiadamente el hiyab, o velo islámico.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU dijo que es difícil precisar el número de manifestantes que han perecido, resultado heridos o arrestados por las autoridades. Esto se debe a la restricciones en las telecomunicaciones. La prensa estatal informó que la cifra de muertos era de 41.
No obstante, la portavoz de derechos humanos de la ONU Ravina Shamdasani dice que las organizaciones no gubernamentales que monitorean la situación han reportado una cantidad superior de atestados.
Según Shamdasani, una fuente de credibilidad reportó 76 muertes, entre ellas mujeres y niños, además de cientos de heridos en al menos 11 provincias.
“Estamos extremadamente preocupados por los comentarios de algunos dirigentes desacreditando a los manifestantes, y por el aparente uso innecesario y desproporcionado de la fuerza contra ellos”, declaró la portavoz.
Agregó que “las armas de fuego nunca deben usarse para dispersar una manifestación, sino solo en el caso de una amenaza inminente a la vida o a lesiones graves”.
Se ha reportado que cientos de personas han sido arrestadas, entre ellas defensores de los derechos humanos, abogados, activistas de la sociedad civil y al menos 18 periodistas.
Shamdasani explicó que las mujeres llevan cuatro décadas protestando por el hiyab, pero la supuesta paliza propinada por la policía a Amini y su muerte subsecuente al parecer fue la última gota. Esta vez, señaló, se ha visto un gran apoyo de todos los sectores desde muchas provincias iraníes.
“Las mujeres defensoras de los derechos humanos que han protestado por el uso del hiyab o que han tratado de que se suspenda, han sido por muchos años intimidadas, acosadas, arrestadas y golpeadas. Hay varios casos pendientes de mujeres que fueron detenidas y acusadas con relación al hiyab”.
La policía iraní ha negado que Amini fuera golpeada bajo custodia.
Shamdasani dijo que la falta de una respuesta adecuada a la muerte de Amini y la expresión de ira en las calles, así como la suspensión de las comunicaciones, han tenido un fuerte impacto en la sociedad iraní.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU está exhortando a las autoridades iraníes a abordar la situación. Shamdasani está pidiendo una investigación y el respeto a las libertades de reunión y expresión. También dijo que el gobierno debe dejar de desacreditar a los manifestantes y comenzar a escucharlos.
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