El tsunami del 26 de diciembre de 2004 fue provocado por un sismo de magnitud 9,1 en la costa de la provincia indonesia de Aceh, que envió olas de hasta 17,4 metros de altura a las costas de Indonesia, Tailandia, Sri Lanka, India y otros nueve países.

En Indonesia, donde se produjo más de la mitad del total de víctimas mortales, cientos de supervivientes y familiares visitaron una fosa común en el pueblo de Ulee Lheue, esparciendo pétalos de flores sobre las piedras que marcan las tumbas. Muchos lloraban y abrazaban a sus familiares.

Algunas personas no estaban seguras de que sus seres queridos estuvieran allí, ya que muchos fueron enterrados sin identificar, dijeron.

Nurkhalis, de 52 años, dijo que perdió a su mujer, sus hijos, padres y suegros a causa del tsunami, y que ninguno de sus cuerpos fue encontrado. “El tiempo ha pasado, pero el mismo sentimiento nos persigue en esta fecha, sobre todo a los que perdimos a nuestra familia en aquel momento”, afirmó.

También se celebró un acto conmemorativo en el patio delantero de la gran mezquita Baiturrahman de Aceh, donde cientos de personas se sentaron en silencio durante tres minutos antes de rezar juntos.

Sri Lanka conmemoró el día con dos minutos de silencio en la estatua conmemorativa del tsunami de Peraliya, en la ciudad de Galle, informó en un breve comunicado el centro de gestión de catástrofes del país.

En Tamil Nadu, el estado indio más afectado, los residentes encendieron velas y rezaron por los fallecidos hace dos décadas.

Tailandia celebró el aniversario cerca del pueblo de Ban Nam Khem, en la provincia meridional de Phang Nga, con ritos religiosos por los fallecidos.

Cientos de personas visitaron el Muro del Tsunami, un lugar conmemorativo próximo al lugar donde se celebraron los rituales, para presentar sus respetos a los seres queridos perdidos.