Son unas de las 75 tortugas traídas a Nueva Orleans y a Gulfport, Mississippi, luego de que llegaron heridas y enfermas por el frío a la costa de Nueva Inglaterra.
Estados Unidos (VOA) – El Acuario de Mississippi planea liberar esta semana a siete tortugas marinas, mientras otras instituciones de Nueva Orleans y Mississippi siguen atendiendo ejemplares rescatados en el otoño en las heladas aguas de Nueva Inglaterra.
Todos los ejemplares son tortugas loras, la especie más pequeña y amenazada de las seis que se encuentran en las aguas estadounidenses, pero la más común en el norte del Golfo de México. Las seis especies que habitan en aguas estadounidenses aparecen en la lista de especies amenazadas o en peligro de extinción.
Las tortugas marinas quedan aturdidas y aletargadas por el frío cuando la temperatura del agua disminuye rápidamente y no pueden llegar a aguas más cálidas. El frío por sí solo puede matarlas. También puede provocarles neumonía, un shock y congelación.
Treinta ejemplares fueron enviados al Instituto de Naturaleza Audubon de Nueva Orleans, 25 al acuario y 20 al Instituto de Estudios de Mamíferos Marinos, ambos ubicados en Gulfport.
El acuario planea liberar a su último grupo de siete tortugas el jueves, de acuerdo con reportes de medios de comunicación de Mississippi.
“Cuando recibimos las tortugas, tenían un cuadro grave de neumonía, pero ahora estas tortugas se encuentran nuevamente saludables y las liberaremos de nuevo en el estrecho de Mississippi”, comentó la doctora Alexa Delaune, la vicepresidenta de atención veterinaria del acuario.
El instituto y el equipo de la Red de Vida Silvestre Costera de Audubon siguen atendiendo a algunos ejemplares.
Moby Solangi, director del Instituto de Estudios de Mamíferos Marinos, dijo el martes que unas cuantas de las tortugas que recibieron no sobrevivieron. Señaló que entre cinco y seis han sido liberadas y que 10 o 12 continúan recibiendo tratamiento por neumonía.
La mayoría de las tortugas llevadas a Audubon han sido liberadas, pero dos murieron y tres siguen siendo atendidas por otras heridas graves, dijo la portavoz Annie Kinler Matherne el martes.
Añadió que una tortuga llegó con el ojo derecho roto, una insuficiencia renal y neumonía grave. Otras dos tenían el caparazón congelado y necesitaban que les creciera un hueso nuevo. Una de ellas también tenía las aletas delanteras congeladas, y hubo que amputarle algunas partes, señaló Matherne. Dijo que se cree que la tercera tortuga tiene una neumonía fúngica en lugar de la neumonía bacteriana que tenían muchas de las tortugas.
Los veterinarios esperan que la tortuga tuerta y la que tenía las aletas congeladas estén lo suficientemente bien para su liberación en el próximo par de meses, agregó Matherne.
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