Los abogados que representan al gobierno de Washington están apelando un fallo de una jueza de distrito que negó la extradición por temores de que las duras condiciones de las cárceles en Estados Unidos podrían impulsar a Assange a suicidarse.

La nueva solicitud alega que el estado mental del acusado no es motivo para impedir que enfrente la justicia en territorio estadounidense. Estados Unidos también accedería a que Assange cumpliera cualquier condena impuesta en una prisión de Australia, su país natal.

Aunque la jueza Vanessa Baraitser negó la extradición en enero pasado por las preocupaciones de salud, rechazó los argumentos de Assange de que se enfrenta a proceso motivado por cuestiones políticas, y no puso en duda que sería juzgado imparcialmente.

Assange, de 50 años, es reclamado por la justicia estadounidense desde que publicó en 2010 en el sitio WikiLeaks miles de documentos clasificados y diplomáticos. Washington afirma que Assange ayudó ilegalmente a la analista de inteligencia Chelsea Manning a robar los documentos.

Los abogados de Assange argumentan que estaba actuando como periodista y tiene derecho a las protecciones de la libertad de expresión. La jueza Baraitser consideró que las acciones de Assange, si se prueban, equivaldrían a delitos “que no estarían protegidos por su derecho a la libertad de expresión”.

Simpatizantes de Assange se concentraron este miércoles en el exterior del edificio de la corte en Londres, demandando su liberación.

Sus partidarios lo consideran un héroe que expuso las irregularidades de Estados Unidos en Irak y Afganistán y que los esfuerzos para procesarlo son un asalto contra el periodismo y la libertad de expresión.

Se esperaba que Assange participara en la audiencia por un enlace de video, pero la corte recibió notificación de que no se sentía bien para hacerlo.

[Con información de AP y Reuters]