Habrá un golpe sin precedentes al aprendizaje, y la economía mundial dejará de ingresar miles de millones de dólares por la crisis de COVID-19, revela un nuevo informe del Banco Mundial.
La entidad bancaria alertó que el cierre de escuelas debido a la COVID-19 ha dejado a la mayoría de los estudiantes en el planeta fuera de la escuela: 1.600 millones de estudiantes, al concluir abril de 2020.
En un nuevo informe, el Banco Mundial estima una pérdida de 10.000 millones de dólares en ingresos a largo tiempo “para esta generación de estudiantes”, y afirma que los países desviarán de sus proyecciones para alcanzar sus objetivos por la pobreza en el aprendizaje.
“No poder asistir a la escuela impacta a los niños de muchas maneras: los niños no tienen la oportunidad de aprender, pueden perder su comida más nutritiva del día y demasiados estudiantes, especialmente las niñas, pueden perder la oportunidad de completar su educación, lo que les impedirá alcanzar su potencial “, enfatizó Annette Dixon, vicepresidenta de desarrollo humano del Banco Mundial.
La alta funcionaria dijo que, “Sin una acción rápida, decisiva y coordinada, la crisis amenaza con representar un gran revés para las ganancias obtenidas con tanto esfuerzo en capital humano, dañando irreversiblemente las oportunidades de por vida de millones de niños”.
Los estimados son desalentadores. Antes de la crisis, los estudiantes completaban un promedio de 11.2 años de enseñanza a lo largo de su vida escolar, sin embargo, cuando se hicieron ajustes a la calidad del aprendizaje el nivel descendió a solo 7.9 años de escolaridad, afirma el estudio del Banco Mundial.
Según esos estimados, “5 meses de cierre de escuelas debido a COVID-19 resultará en una pérdida inmediata de 0.6 años de escolaridad”.
La crisis ya estaba en camino en el campo educativo, pero la pandemia lo acentuó de manera significativa, pues “el 53 por ciento de los niños en países de bajos y medianos ingresos que vivían en la pobreza de aprendizaje no podían leer y entender un texto simple a los 10 años”.
Por tanto, habrá un posible “revés sustancial” para el objetivo de reducir a la mitad el número de personas con problemas de aprendizaje para 2030, “a menos que se tomen medidas drásticas de recuperación”, enfatizó Jaime Saavedra, director global de educación del Banco Mundial.
El cierre de escuelas afectará el aprendizaje en todo el sistema.
En el caso de los estudiantes de secundaria la proporción inicial de estudiantes que no alcanzan las competencias mínimas puede aumentar del 40% al 50% debido a los impactos inmediatos, vaticina el BM.
Las proyecciones son aún más oscuras, debido a que “cerca de 7 millones de estudiantes de educación primaria y secundaria podrían abandonar la escuela debido solamente al impacto de ingresos de la pandemia”.
La combinación de estar fuera de la escuela y la pérdida de los medios de vida familiares causados por la pandemia “puede dejar a las niñas especialmente vulnerables y puede exacerbar la exclusión y la desigualdad, especialmente para las personas con discapacidad y otros grupos marginados”, apunta el informe.
“Una nueva normalidad que debería ser más efectiva, más resistente, más equitativa y más inclusiva. Se lo debemos a nuestros hijos”, alentó el director global de educación del Banco Mundial.
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