A 22 años de los ataques del 11 de septiembre, el Embajador Ken Salazar destaca la persistente unidad y colaboración entre México y Estados Unidos. Un vínculo que el tiempo no ha erosionado.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/Staff) – Hoy, 11 de septiembre de 2023, marca el vigésimo segundo aniversario de los ataques terroristas que sacudieron a Estados Unidos y al mundo. La fecha sigue siendo un recordatorio palpable del sufrimiento humano, del terror y de la unión en medio de la tragedia. En una declaración conmovedora, el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, habló no solo del dolor persistente que aflige a la nación norteamericana, sino también de la colaboración y solidaridad que ha recibido de su vecino del sur, México.
Salazar destacó que las emociones y los recuerdos vinculados a ese día no se han disipado en el transcurso de los últimos 22 años. Sin embargo, también se refirió a cómo este aniversario es una manifestación del vínculo sólido y complicado que comparten México y Estados Unidos. “El pueblo de Estados Unidos todavía está unido en el dolor. Este es un día para honrar y reconocer esa unidad”, dijo el embajador en su declaración.
La relevancia de la fecha no se limita a la memoria colectiva de los Estados Unidos. También resuena en el corazón y la mente de muchos mexicanos que, según Salazar, han estado al lado de Estados Unidos desde el fatídico día. La conexión entre ambos países va más allá de la diplomacia y entra en el terreno de la humanidad compartida: un dolor que une, más que separa.
Las palabras del embajador también sirven como un agradecimiento a México por su “firme colaboración” en la lucha contra el terrorismo y su apoyo continuo a lo largo de más de dos décadas. Este reconocimiento es especialmente significativo en un momento en que las tensiones geopolíticas y los problemas de inmigración suelen dominar la conversación pública en torno a la relación bilateral.
Lo que subyace en la declaración del Embajador Salazar es un recordatorio de que, más allá de las diferencias políticas y las agendas divergentes, existe un nivel humano y emocional en las relaciones internacionales que a menudo se pasa por alto. En un mundo que parece cada vez más polarizado, la declaración ofrece un instante para reflexionar sobre lo que realmente importa: la empatía, la comprensión y la cooperación en medio de la adversidad.
A medida que ambos países avanzan hacia el futuro, los desafíos seguramente persistirán. Sin embargo, la declaración de hoy nos recuerda que la fortaleza de una relación no se mide solo por las victorias y los acuerdos, sino también por cómo se enfrentan juntos los momentos más difíciles.
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