España fue de los más golpeados por el coronavirus. Ahora debe luchar por evitar un segundo brote y por rescatar su economía. Pero la polarización política dificulta los retos.
Madrid, España (VOA/Patsy Widakuswara) – En la medida en que las muertes por el coronavirus se reducen, España está relajando una de las más estrictas cuarentenas en el mundo. Pero los analistas temen que su polarización política le dificulte evitar la más profunda recesión económica desde la guerra civil de los años 1930.
A diferencia de otros países europeos, donde los partidos políticos han hecho esfuerzos visibles por poner a un lado sus diferencias políticas para combatir el virus, en España la epidemia sólo ha enfatizado las divisiones ideológicas.
Los partidos conservadores de oposición han criticado sin piedad el manejo de la crisis por Pedro Sánchez, el primer ministro socialista, quien encabeza un gobierno de minoría. Recientemente, exigieron una acelerada reactivación de la economía.
El primer ministro ha respondido, diciéndole al Parlamento: “Levantar el estado de emergencia sería un total e imperdonable error”. Agregó que miles de millones de dólares en asistencia para las empresas e individuos están disponibles únicamente debido a la cuarentena.
Cuando Sánchez pidió esta semana la prórroga de la cuarentena hasta el 24 de mayo, el voto parlamentario debió ser sólo una formalidad. En su lugar, explotó en una batalla política, subrayando los problemas que agobiarán al gobierno una vez termine la crisis sanitaria.
Rechazo al confinamiento
Pablo Casado, líder del principal partido de oposición, el Partido Popular, amenazó inicialmente con votar en contra de la extensión del confinamiento. Dijo que las medidas adoptadas para contener el avance del virus ya no eran necesarias en momentos en que a la gente se le estaba permitiendo salir de sus casas después de un mes o dos de confinamiento forzoso.
“No podemos apoyar la extensión del estado de emergencia”, le dijo Casado esta semana a la emisora radial, Onda Zero. “Cuando el primer ministro dice que estamos en una fase de desescalada, no parece compatible con seguir demandando medidas extraordinarias contra los derechos y libertades de los españoles”.
Tras respaldar inicialmente al gobierno, Casado ha acusado al ejecutivo de irresponsablemente permitir marchas para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, en contra de las recomendaciones de organismos de salud, por actuar muy lentamente y por incongruencias en la información publicada.
Casado, quien después se retractó y respaldó extender el estado de emergencia, estaba lejos de ser el único en oponerse al gobierno.
Santiago Abascal, líder del partido ultraderechista Vox, que es la tercera fuerza en el Parlamento con 52 escaños, aseguró que Sánchez y sus aliados de izquierda del Partido “Unidas Podemos”, estarían remplazando una normalidad democrática con “totalitarismo”, que dijo conduce a “la muerte, más ruina, más desempleo y menos libertad”.
La Izquierda Republicana Catalana, un partido separatista regional de quien el gobierno depende para su apoyo, tambien prometió oponerse a la extensión, argumentando contra la centralización de los servicios de salud, que normalmente son manejados por las autoridades regionales.
Otros políticos separatistas catalanes han incluso sugerido que habrían habido menos muertes si la crisis hubiera sido manejada por una Cataluña independiente.
Sánchez apenas logró reunir suficientes votos para pasar la extensión del confinamiento alcanzando un acuerdo de última hora con el centrista Partido Ciudadanos y prometiendo más autonomía en el país Vasco.
Para Sánchez, la batalla fue ganada pero a la Guerra le falta mucho por acabar. Los analistas consideran que el gobierno de minoría, que depende de varios partidos pequeños para su sobrevivencia, podría vérselas difícil para aprobar medidas efectivas para intentar sacar a España de una recesión económica.
Panorama gris
El panorama es decididamente gris. El país sufrió uno de los peores brotes de coronavirus en el mundo, obligando al gobierno en Madrid a poner la economía a hibernar.
El Banco de España pronostica que el Producto Interno Bruto podría contraerse hasta en 12 por ciento este año y que el desempleo podría aumentar 14 por ciento y quedar por encima del 20 por ciento de la población laboralmente activa. Las cifras de desempleo en España aumentaron en 282.000 en abril, según datos gubernamentales, en gran medida por el colapso de la industria del turismo, que representa un 15 por ciento del Producto Interno Bruto.
La industria automotriz, un indicador clave de la salud económica en España, vendió en todo abril la misma cantidad de autos que habría vendido en un día en tiempos normales.
Una comisión parlamentaria supervisará la recuperación económica, pero solo instalar la comisión tomó semanas de forcejeos entre Sánchez y Casado.
William Chislett, un analista del Instituto Real Elcano, un centro de investigación en Madrid, cree que la fragmentación del escenario político dificultará alcanzar acuerdos para una política común.
“Hay 16 partidos involucrados en la comisión de recuperación económica. Es difícil ver qué lograrán hacer. Talvez más impuestos, pues necesitarán más dinero, pero eso será rechazado por el Partido Popular”, dijo.
“Lo que debes recordar es que España ya estaba en una situación difícil antes de esto, con una deuda pública alta y un alto desempleo. Ahora afronta una situación peor aún, con mucha division política”, agregó Chislett.
Unidad política es clave
Con la siempre presente amenaza de un segundo brote, la unidad política será clave para administrar los servicios de salud pública y evitar otro triste conteo de muertes.
Rafael Bengoa, un ex director de la Organización Mundial de la Salud y asesor del gobierno de Estados Unidos sobre salud pública, dijo que durante la llamada Pandemia de la Fiebre Española en 1918, el grado de solidaridad política en distintas ciudades estadounidenses tenía una relación directa con qué tan bien evitaron una segunda oleada de la enfermedad.
Saint Louis, Missouri, logró soportar el virulento brote, que mató a unos 40 millones de personas alrededor del mundo, mientras Pittsburgh y Filadelfia, ambos en Pennsylvania, sufrieron de un segundo brote de la enfermedad.
Un estudio realizado en el 2007 por la Asociación Médica Estadounidense dijo que la cooperación entre distintas agencias en St. Louis resultó en una tasa de mortalidad inferior, mientras en Filadelfia y Pittsburgh, esta cooperación no existió y el número de muertes fue mayor.
“La historia ha demostrado que la unidad política es un instrumento más contra el virus, al igual que una vacuna”, dijo Bengoa. “Esta unidad ha empezado a agrietarse en España y esto no ayudará si se da un segundo brote”.
Varias encuestas han indicado que los españoles qusieran que sus políticos pongan a un lado sus diferencias para atender la crisis nacional.
Pablo Simón, un analista político de la Universidad Carlos III en Madrid, dijo que el problema de España es que los partidos políticos no priorizan el bien de la nación de largo plazo.
“La polarización genera inestabilidad. Como hay tantos partidos políticos, sólo están buscando ganancias de corto y mediano plazo”, afirmó.
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