El Reporte de la Brecha de Emisiones del Programa de la ONU para Medio Ambiente (PNUMA) encontró que el mundo se está quedando muy corto en las metas climáticas del acuerdo de París y no hay una vía creíble para limitar un alza de la temperatura a 1,5 grados Celsius para el fin del siglo.
La directora ejecutiva de PNUMA, Inger Andersen, dijo que el progreso desde la conferencia sobre el cambio climático COP 26 en Glasgow, Escocia, del año pasado, ha sido lamentablemente inadecuado y que las naciones no han logrado cumplir sus promesas de mayores recortes de emisiones.
Andersen resaltó que las emisiones de gases invernadero deben recortarse en un 45 por ciento para 2030 para frenar el cambio climático. Sin embargo, en lugar de estabilizar las temperaturas en 1,5 grados sobre los niveles pre industriales, probablemente aumenten de 24 a 2,6 grados para 2100.
“Nos estamos deslizando de una crisis climática a un desastre climático”, dijo. “Este reporte nos está enviando un mensaje muy claro”.
Para ser serios sobre el cambio climático, añadió, “tenemos que impulsar ahora mismo un amplio sistema de transformación. Necesitamos un rediseño total del sector de la electricidad, del sector del transporte, del sector de la construcción y de los sistemas de alimentación”.
Además, los sistemas financieros deben ser reformados para que puedan soportar las transformaciones requeridas. Los cambios incrementales ya no son una opción, hay que tomar acciones audaces ya, advirtió Andersen.
El secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Peterri Talaas, consideró que esos cambios son posibles y mencionó que el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, IPCC, reportó hace unos meses que los precios para soluciones en la energía estaban disminuyendo.
“Hoy en día es más barato invertir en energía solar o eólica que en energía de fósiles. Y la buena noticia es también que 32 países han reducido sus emisiones en los últimos 15 años, mientras sus economías han seguido creciendo. O sea, que no hay una conexión automática entre crecimiento económico y crecimiento de emisiones”, dijo.
Talaas señaló a los países europeos, Estados Unidos, Japón y Singapur, como algunos de los que han logrado un crecimiento de sus economías a la par de la reducción de las emisiones.
Los expertos ambientalistas calculan que una transformación global a una economía de bajas emisiones requiere inversiones de 4 a 6 billones de dólares al año.
También están instando a las naciones a asistir a la conferencia COP 27 en Sharm el-Sheikh, Egipto, la semana que viene para financiar el costo y renovar sus promesas de reducir las emisiones de gases invernadero.
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