El ejército de Israel ha posicionado 300.000 reservistas cerca de la frontera de Gaza en respuesta a un ataque de Hamás que mató al menos a 1.200 personas en Israel.

Una campaña de ataques aéreos israelíes que comenzó horas después de la incursión de Hamás del sábado ha matado a 1.200 personas en Gaza.

Las Naciones Unidas dijeron que casi 340.000 personas han sido desplazadas de sus hogares en Gaza, y más de dos tercios de ellas se han refugiado en escuelas de la ONU.

Las organizaciones humanitarias han expresado alarma por el suministro de alimentos, agua, combustible y medicinas en medio del bloqueo israelí de Gaza.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se encuentra en Israel el jueves, donde tiene previsto mantener conversaciones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el presidente Isaac Hertzog y otros funcionarios.

“Nos oponemos resueltamente al terrorismo”, dijo Blinken a los periodistas. “Hemos visto los actos casi indescriptibles cometidos por Hamás contra hombres, mujeres y niños israelíes. Cada día aprendemos más y es simplemente desgarrador”.

Blinken también visitará Jordania durante su visita a la región. Hussein Al-Sheikh, secretario general del comité ejecutivo de la Organización de Liberación de Palestina, dijo en la red social X, que Blinken se reuniría con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, el viernes en Ammán.

También el viernes, Brasil, que ocupa la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad de la ONU, presidirá una reunión del consejo para discutir el conflicto entre Israel y Hamás.

En la Casa Blanca, el presidente Joe Biden reafirmó el apoyo de Washington a Israel y aseguró el miércoles a un grupo de líderes judíos que su administración estaba “trabajando en todos los aspectos de la crisis de los rehenes en Israel”.

Los informes dicen que algunos estadounidenses pueden estar entre ellos, un hecho que vincula inextricablemente a Washington con el conflicto. Biden se negó a identificar esfuerzos específicos para recuperar a los rehenes y dijo: “Si te lo dijera, no podría llevarlos a casa”.

Netanyahu creó un gabinete de guerra con el exjefe de Defensa Benny Gantz, líder del opositor centrista Partido de Unidad Nacional, junto con el actual ministro de Defensa, Yoav Gallant, para que puedan centrarse únicamente en combatir a Hamás.

El inusual acuerdo, en el que aparentemente otros miembros del gabinete del gobierno derechista de Netanyahu permanecen en sus puestos, genera cierto grado de unidad después de años de política amargamente divisiva.

Netanyahu ha prometido poner fin al gobierno de Hamas en Gaza, la franja de territorio densamente poblada a lo largo del Mar Mediterráneo, para que los militantes ya no puedan amenazar a Israel.

Desde Tel Aviv, Yossi Yonah, ex miembro de la Knesset israelí, dijo a Alhurra, el canal de televisión satelital en lengua árabe del gobierno de Estados Unidos: “Los objetivos (de formar este gobierno) son claros, pero puedo decir que el primer objetivo es continuar la fuertes ataques contra Hamás y sus partidarios en la Franja de Gaza. También hay una opción clara, que es que Israel pueda llevar a cabo una invasión terrestre en Gaza para derribar completamente el movimiento Hamás”.

Biden dijo que habló con Netanyahu más temprano el miércoles, la cuarta llamada entre los dos líderes en los últimos días. En una llamada sin fecha con Netanyahu y el presidente israelí Isaac Herzog, Biden dijo que le preguntaron: “¿Por qué sientes tanto esto?”.

“No se trata de la región”, dijo Biden. “Realmente creo que si no existiera Israel, ningún judío en el mundo estaría finalmente a salvo. Es la única garantía definitiva. La única garantía definitiva”.

Y añadió: “Creo que tenemos la oportunidad de poner fin a esto de una manera que haga muy difícil que se repita”.

Los militantes en Gaza mantienen a unos 150 rehenes que tomaron en Israel: soldados, hombres, mujeres, niños y adultos mayores. Se desconoce en gran medida su suerte y sus familiares han pedido en entrevistas televisivas su liberación.

Mientras tanto, Hamás continuó disparando cohetes contra Israel el miércoles, incluido un intenso bombardeo contra la ciudad sureña de Ashkelon, que se encuentra a poca distancia al norte de la frontera con Gaza. Los ataques aéreos israelíes continuaron lloviendo sobre Gaza.

La única central eléctrica de Gaza se quedó sin combustible el miércoles por la tarde, dejando sólo generadores para alimentar el territorio, pero también funcionan con combustible que escasea.

La Organización Mundial de la Salud dijo que se había quedado sin suministros en siete hospitales. Médicos Sin Fronteras dijo que el equipo quirúrgico, los antibióticos, el combustible y otros suministros se estaban agotando en dos hospitales que administra en Gaza.

En uno de ellos, “consumimos el stock de emergencia para tres semanas en tres días, en parte debido a que 50 pacientes llegaron a la vez”, dijo el miércoles Matthias Kannes, jefe de la misión del grupo de ayuda en Gaza. Dijo que el hospital más grande del territorio, Al-Shifa, sólo tiene suficiente combustible para tres días.

[La corresponsal de la VOA en la Casa Blanca, Anita Powell, contribuyó a este informe. Parte de la información para este artículo provino de The Associated Press, Agence France-Presse y Reuters]