Yakarta, Indonesia (VOA) – Las autoridades de Indonesia vigilaban de cerca a varios volcanes después de que los sensores detectaran un aumento de su actividad en las últimas semanas, provocando la evacuación de miles de personas.
La ceniza caliente recorrió el martes por la mañana hasta 3.000 metros (9.800 pies) por las laderas del monte Semeru, provocando el pánico entre los vecinos, dijo Raditya Jati, vocero de la Agencia de Alivio de Desastres. Varias aldeas en las laderas del volcán quedaron cubiertas de ceniza y azufre.
La montaña de 3.676 metros (12.060 pies) en el distrito de Lumajang es el volcán más alto en la isla de Java, la más poblada de Indonesia.
Las autoridades seguían tratando de evacuar a unas 550 personas que vivían en la montaña, indicó Jati. No había reportes de heridos ni daños graves, señaló.
El Centro de Alivio de Peligro Geológico y Vulcanología no subió el nivel de alerta del Semeru, que ya estaba en el tercero más alto desde que empezó a hacer erupción en mayo. La agencia recomendó a residentes y turistas que se mantuvieran a 4 kilómetros (2,4 millas) del cráter.
La erupción del martes llegó dos días después de que el monte Ili Lewotolok expulsara columnas de nubes calientes que alcanzaron los 4.000 metros (13.100 pies) de altitud. Más de 4.600 personas fueron evacuadas de las laderas de la montaña, situada en la Isla Lembata, en la provincia de Nusa Tenggara Oriental.
La agencia de vulcanología subió el nivel de alerta del Lewotolok al segundo más alto, tras registrar un aumento de su actividad. El volcán de 1.423 metros (4.660 pies) empezó a hacer erupción en octubre de 2017.
El Ministerio de Transportes emitió un aviso de vuelo y un aeropuerto local cerró mientras caía ceniza sobre buena parte de la isla.
En otra parte de la isla de Java, las autoridades han evacuado desde principios de noviembre a más de 1.800 personas que vivían en las fértiles laderas del inestable monte Merapi, que había aumentado su actividad volcánica.
Los gobiernos locales en las provincias de Java Central y Yogyakarta seguían de cerca la situación en el volcán después de que la agencia geológica subiera el nivel de alerta del Merapi al segundo más alto y recomendara a la gente mantenerse a 5 kilómetros (3 millas) del cráter.
La montaña de 2.968 metros (9.737 pies) está a unos 30 kilómetros (18 millas) del centro de la ciudad de Yogyakarta. En torno a un cuarto de millón de personas viven en un radio de 10 kilómetros (6 millas) en torno al volcán.
El Merapi expulsó en junio ceniza y gas caliente que alcanzaron los 6 kilómetros (3,7 millas) de altura, aunque no se registraron víctimas. Su última gran erupción, en 2010, mató a 347 personas y provocó la evacuación de 20.000 personas.
Por su parte, las autoridades en la provincia de Sumatra del Norte vigilaban el monte Sinabung, que según los sensores aumentó su actividad en agosto. Se recomendó a los residentes de la zona que se mantuvieran a 5 kilómetros (3 millas) del cráter y estuvieran atentos al peligro por lava.
Mirzam Abdurrahman, vulcanólogo del Instituto de Tecnología de Bandung, explicó que la actividad volcánica puede aumentar casi de forma simultánea en diferentes puntos por los mismos factores, ya que los volcanes están en el mismo Arco de Sunda, que cubre las islas de Sumatra, Java, Bali, Nusa Tenggara Occidental y Nusa Tenggara Oriental.
Indonesia tiene más de 120 volcanes activos y es propensa a la actividad sísmica porque se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico, un arco de volcanes y fallas en torno al Océano Pacífico.
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