El fiscal general de Ucrania, Andrii Kostin, compartió en una entrevista con la VOA los esfuerzos internacionales para llevar ante la justicia a militares y políticos rusos por los delitos de agresión y crímenes de guerra cometidos en su país.
Estados Unidos (VOA) – Desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, los fiscales ucranianos han documentado más de 80.000 crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas, así como otros 17.000 crímenes contra los cimientos de la seguridad nacional de Ucrania.
Además, han investigado a 647 altos militares y funcionarios rusos por sospechas del “crimen de agresión” y emitido cargos en ausencia contra 207 de ellos.
En una audiencia ante una comisión del Congreso de EEUU el 19 de abril, el fiscal general de Ucrania, Andrii Kostin, acusó a las fuerzas invasoras rusas de utilizar las violaciones sexuales, la tortura y los secuestros para tratar de propagar el terror entre los civiles ucranianos.
Rusia ha negado que ataca a los civiles.
En una entrevista con el servicio ucraniano de la Voz de América, Kostin habló de los esfuerzos de su equipo para llevar ante la justicia a los criminales de guerra rusos, y también las perspectivas para la creación de un tribunal internacional que juzgue el crimen de agresión de Rusia.
La siguiente transcripción ha sido editada para mayor claridad.
VOA: Su oficina ha documentado más de 80.000 crímenes cometidos por soldados rusos en Ucrania. ¿Podría ponernos al tanto de esa investigación?
Kostin: Desafortunadamente, esa cifra aumenta por día y eso se debe a que el número de crímenes que comenzaron a cometerse en masa en suelo ucraniano desde el inicio de la invasión continúa creciendo.
Además de la investigación de crímenes de guerra tenemos dos equipos separados trabajando en otros casos: por agresión y genocidio. Estamos hablando de la creación de un mecanismo de rendición de cuentas. Nuestra tarea con nuestros socios es asegurar que ninguno de los criminales de guerra pueda escapar de esa red.
VOA: La Corte Penal Internacional emitió recientemente una orden de arresto contra el presidente ruso Vladimir Putin. ¿Qué diría usted de los países que están renuentes a arrestar a Vladimir Putin si los visita?
Kostin: Para los países que tengan alguna duda, es una cuestión de revisar lo que es importante para ellos: si están comprometidos con el cumplimiento de la ley no tendrán dudas. Sólo tienen que ejecutar la orden de arresto. No les corresponde analizar de ningún modo en qué se basa la orden ni el caso.
Si la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto e identificó a Putin como un sospechoso de crímenes de guerra, corresponde a la Corte Penal Internacional el manejo del caso. Y los países que son miembros del Estatuto de Roma tienen la obligación de ejecutar la orden si Putin aparece en su suelo: arrestarlo y enviarlo a la Corte Penal Internacional de La Haya.
Esta orden de arresto es una señal muy importante de que nadie es ni debe estar por encima de la ley.
Si los políticos ven a Putin y la amistad con Putin como algo más importante para ellos que el cumplimiento de la ley, eso enviaría, nacional e internacionalmente, una señal negativa muy fuerte sobre esos líderes. Esos líderes podrían tratar a su población de la misma manera, poniendo intereses privados sobre el cumplimiento de la ley. Sería un gran error para cualquier político desobedecer la orden de arresto de la Corte Penal Internacional y las consecuencias de ese error para tales políticos también serían muy drásticas.
VOA: Estados Unidos recientemente declaró su apoyo a la creación de un tribunal para investigar a Rusia por su crimen de agresión contra Ucrania. Específicamente, EEUU respaldó una versión internacional de ese tribunal, que básicamente es un tribunal híbrido, basado fuertemente en el sistema legal de Ucrania. ¿Es éste el tipo de tribunal que necesita Ucrania?
Kostin: Primero que todo, Ucrania necesita un tribunal, que sería internacional, porque esta es una guerra global. Prácticamente no sé de algún país que no haya sufrido las consecuencias de esta guerra de agresión. La respuesta al crimen de agresión debe ser global y debe ser internacional. No se trata solo de los ucranianos y tampoco es una cuestión de justicia para los ucranianos y para Ucrania, sino para detener a otro futuro agresor de cometer un hecho similar a la invasión de Rusia a Ucrania.
Segundo, el tribunal internacional debe tener jurisdicción sobre el más alto liderazgo político y militar de Rusia. Si algún tipo de tribunal usa las leyes ucranianas, eso implicaría automáticamente que la llamada troika, o sea el presidente, el primer ministro y el ministro de relaciones exteriores de la Federación Rusa, tendrían inmunidad criminal por el crimen de agresión.
Tercero, cualquier modelo que adopte este tribunal no debería admitir ningún aplazamiento por obstáculos legales. Debe crearse durante la guerra, con todos los instrumentos legales, para que una vez que la guerra termine el tribunal pueda comenzar de inmediato a operar.
Estamos haciendo todo lo posible para que se haga una realidad, pero todos necesitamos el tribunal apropiado, ya sea basado en un acuerdo internacional multilateral, como era nuestra idea inicial, o basado en alguna resolución de la Asamblea General de la ONU y un acuerdo entre el secretario general de la ONU y Ucrania.
Ambas versiones asegurarían que sería un tribunal internacional.
VOA: EEUU lanzó un mecanismo que permite dirigir fondos confiscados a oligarcas rusos al Departamento de Estado para suministrar ayuda a Ucrania. ¿Cómo evalúa usted la labor de sus socios en el tema de reparaciones en el futuro?
Kostin: El primer caso exitoso con las confiscaciones es en EEUU. Nuestros socios en el Departamento de Justicia de EEUU están trabajando también en otros casos y es algo que está en marcha. Está el caso de Canadá. Nuestros socios canadienses adoptaron la legislación (de confiscar los bienes de oligarcas sancionados) antes que nadie. La Unión Europea también aprobó una legislación, pero se aplica más que nada a fondos privados.
A la larga, la meta debería ser confiscar los activos soberanos de Rusia y esto es una cuestión de coraje político. No existe nada legal respecto a eso. Por ende, una de las consecuencias de emitir una orden de arresto contra Putin es que el jefe de Estado es oficialmente un sospechoso de crímenes de guerra. Desde un punto de vista político, la orden de arresto facilita a muchos países confiscar activos soberanos del estado agresor sospechoso de cometer los crímenes de guerra.
Estamos usando el término “tribunal apropiado” también para el tema de la confiscación de activos soberanos de Rusia. Cuando escuchamos de nuestros socios las declaraciones cautelosas de “abrir una caja de Pandora” (en cuanto a las confiscaciones), respondemos que esa caja ya fue abierta por Putin de una forma que no puede cerrarla ninguno de nosotros. Tenemos que hacer más, no ocultar nuestro coraje detrás de la inmunidad, no esconder los activos soberanos detrás de los riesgos políticos.
VOA: ¿No existe un mecanismo actual para el control y el acceso a los niños ucranianos deportados forzosamente a Rusia? ¿Ve usted suficientes esfuerzos internacionales para crear ese mecanismo?
Kostin: Ahora estoy escuchando lo que quería oír hace cinco o seis meses, cuando decía a diario que los líderes mundiales debían de hablar sobre la protección a los niños ucranianos. Todas las organizaciones internacionales tienen esa oportunidad.
Hay ciertos países que son más complacientes con Rusia de lo que quisiéramos ver, considerando que Rusia es el agresor. Esos países, sus políticos y ciudadanos, deben escuchar todos los días por qué Putin se convirtió en un sospechoso a nivel de la Corte Penal Internacional. Putin organizó y ordenó el secuestro de niños ucranianos, ordenó la destrucción de su identidad nacional con adopciones forzadas.
Muchos de esos niños no saben quiénes eran al nacer, quiénes fueron sus padres, dónde nacieron, de qué país son ciudadanos. Es importante mostrar eso a las sociedades de esos países. Si todo el que se comunica con Putin le dijera “Putin, devuelve a los niños” le sería muy difícil no hacerlo.
Necesitamos decir lo siguiente a los varios países que aún están en comunicación con Putin: “Colegas, si ustedes piensan que simplemente se han olvidado de lo sucedido a los niños ucranianos, hay una orden de arresto para Putin, de modo que recuerden con quién continúan comunicándose. Con una persona que roba niños y les cambia su ciudadanía, su identidad, y los da en adopción a otras familias”.
La primera oración de cada comunicación con Putin debe comenzar con: “Putin, devuelve a los niños ucranianos”.
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