El pontífice de 88 años se mantiene estable, descansó bien durante la noche y se despertó poco después de las ocho de la mañana, según un comunicado de la Santa Sede.

Francisco respiraba solo con la ayuda de oxígeno suplementario el martes, tras las dos crisis respiratorias del día anterior, pero retomó el uso de la mascarilla por la noche. Los médicos reiteraron que su pronóstico era “reservado”, lo que significaba que aún no estaba fuera de peligro.

El Vaticano ya había informado que Francisco sería reconectado a ventilación mecánica no invasiva durante la noche para ayudarle a respirar, lo que subraya su continua dificultad para superar la peligrosa enfermedad.

La estadía del pontífice en el Hospital Gemelli de Roma comenzó el 14 de febrero y es la más prolongada en sus 12 años de papado, aunque no mayor que las de su antecesor Juan Pablo II.

Francisco, que utiliza una silla de ruedas y tiene sobrepeso, estaba recibiendo fisioterapia respiratoria para tratar de mejorar el funcionamiento de sus pulmones. La acumulación de secreciones en sus pulmones era un signo de que no tiene el tono muscular para toser con suficiente fuerza para expulsar el líquido, según expertos.

¿Una cuaresma sin Francisco?

Este miércoles marca el inicio del solemne período de la Cuaresma, previo a las celebraciones de la Semana Santa. Este es período solemne que comienza con el Miércoles de Ceniza y conduce a la Pascua el 20 de abril.

En el Miércoles de Ceniza, los católicos practicantes reciben una señal de la cruz con ceniza en la frente, un gesto que subraya la mortalidad humana. Es un día obligatorio de ayuno y abstinencia para los católicos que señala el inicio de la temporada más penitente del cristianismo.

Un cardenal ha sido designado para ocupar el lugar de Francisco en las celebraciones del Vaticano, con una misa tradicional y una procesión en Roma.

Antes de ser hospitalizado, estaba previsto que el papa asistiera a un retiro espiritual este próximo fin de semana con el resto de la jerarquía de la Santa Sede, que comunicó que el evento se realizaría sin el pontífice pero en “comunión espiritual” con él.

Su hospitalización para tratar la pulmonía doble que lo aqueja obligó a Francisco a cancelar varios eventos del Año Santo del Vaticano, una celebración del catolicismo que ocurre cada 25 años y que tiene como objetivo animar a los peregrinos a ir a Roma para participar en actividades especiales.

Se espera que el Jubileo atraiga a unos 30 millones de personas a Roma, e incluye numerosas audiencias papales especiales y misas a lo largo de 2025, algunas de las cuales están ahora en duda por la enfermedad del pontífice argentino.

[Con información de Reuters y The Associated Press]