Los países que violan los derechos humanos no están en posición de juzgar a otros. Aún así, Rusia, Cuba y Arabia Saudí, tres naciones autoritarias y represivas, quieren entrar al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Un grupo defensor de los derechos humanos pide evitarlo.
Nueva York, NY. (VOA/Lisa Schlein) – Una organización de vigilancia del respeto a los derechos humanos está llamando a las naciones democráticas a que eviten la elección en Naciones Unidas de Rusia, Cuba y Arabia Saudí como miembros del Consejo de Derechos Humanos, señalando que su abismal historial de derechos humanos los descalifica de poder optar a ser parte del mismo.
La Asamblea General de Naciones Unidas tendrá que elegir en octubre a sus 15 nuevos miembros en el Consejo de Derechos Humanos. U.N. Watch, un grupo independiente que monitorea a las Naciones Unidas, dice que sería una burla indignante el permitir que Rusia, Cuba y Arabia Saudí, tres países autoritarios y represivos, se unieran a dicho consejo.
El director ejecutivo de U.N. Watch, Hillel Neuer, dice que los Gobiernos que sistemáticamente violan las libertades esenciales de sus propios pueblos, no están en ninguna posición para juzgar los historiales de derechos humanos de otras naciones.
“Nadie está diciendo que cada miembro del Consejo de Derechos Humanos debe ser perfecto. Obviamente, no hay países perfectos. Pero escoger a algunos de los peores Gobiernos, no es una estrategia y es completamente contrario al criterio oficial declarado al fundarse el Consejo de Derechos Humanos y que continúa rigiendo las elecciones”, afirmó Neuer.
La resolución adoptada al crearse el Consejo en el 2006, obliga a los miembros a mantener vigente la promoción y protección de los derechos humanos. También advierte que los países que cometan graves violaciones a los derechos humanos podrían ser suspendidos. Esa suspensión solo ha sido aplicado contra Libia en 2010, luego de una cruenta represión contra manifestantes por el régimen del fallecido dictador Muammar Gadhafy.
Neuer dijo a la Voz de América que el Consejo es un organismo político y para muchos países, la política frecuentemente impera por encima de la defensa de los derechos humanos como un principio guía. Agregó que más de un 50% de los miembros del Consejo no son democracias plenas.
“Debido a la membresía de esos países, una buena parte del trabajo, de la tarea adecuada del Consejo, nunca logra hacerse. Así, por ejemplo, países como China, Cuba, Arabia Saudí o Turquía, nunca han sido condenados por violaciones a los derechos humanos”, agregó.
El portavoz de Naciones Unidas, Rupert Colville, explicó que aspirar a un puesto en el Consejo no es un experimento gratuito. Aseguró que cualquier aspirante, con un historial de derechos humanos oscuro, será sometido a escrutinio.
“Hay algo de precio que se debe pagar”, dijo Colville. “No significa que por entrar al Consejo uno tiene un paseo libre. Si acaso, es todo lo contrario porque se estarían poniendo mucha atención sobre sí mismos. Su récord de votación, lo que digan en los debates serán sujeto de escrutinio y serán objeto de críticas, si resultan electos”.
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