La Administración Trump ha sido cuestionada por lo que oposición y parte de la comunidad científica considera una respuesta tardía a la pandemia. Ahora, un estudio de la universidad de Columbia concluye que el gobierno podría haber salvado el 83 por ciento de las vidas perdidas por el coronavirus si hubiera activado las medidas de confinamientos dos semanas antes.
Washington, D.C. (VOA/Bricio Segovia) – Desde hace meses, el presidente Donald Trump enfrenta críticas sobre la manera en que ha gestionado la pandemia de COVID-19.
“Claramente y tristemente, el presidente no está escuchando a los expertos médicos. Y no sé a cuáles está escuchando o si escucha a alguno”.
– Nancy Pelosi, presidenta, Cámara de representantes
La oposición demócrata acusa al mandatario de haber reaccionado tarde y de no estar gestionando adecuadamente el sistema de pruebas de COVID-19. Trump, por su parte, achaca la culpa a China y a la Administración Obama.
“No, no me responsabilizo de nada porque recibí unas circunstancias y unas reglas, regulaciones y especificaciones de otros tiempos”.
– Donald Trump, presidente de EE.UU.
El presidente asegura que el Gobierno anterior no dejó un plan de pandemias efectivo preparado.
En Estados Unidos, más de 90 000 personas han perdido la vida por el nuevo coronavirus. Ahora, un estudio de la universidad de Columbia concluye que un 83 por ciento de esas vidas se podría haber salvado si las medidas de confinamiento se hubieran activado dos semanas antes.
Según este cronograma que presentó el mismo Donald Trump en una de sus ruedas de prensa, la Administración no tomó ninguna medida en prácticamente todo febrero, tras imponer restricciones a los viajeros procedentes de China.
-PERIODISTA: ¿Qué hizo su Administración en febrero con el tiempo que ganó con la restricción de viaje?
-TRUMP: Mucho, mucho.
Presionado para que fuera más concreto, el presidente solo respondió…
Sabes que eres una farsa, lo sabes. Todo tu canal, sus coberturas, es una farsa.
– Donald Trump, presidente de EE.UU.
El presidente no declaró la emergencia nacional hasta el 13 de marzo. En todo momento, se opuso a imponer un confinamiento nacional. A cambio, delegó en los gobernadores la regulación de normas para hacer frente a la pandemia en sus estados.
Desde el inicio de la crisis, la Casa Blanca redujo el pronóstico de muertes de 100 mil a 60 mil, una cifra que ya ha sido superada con creces.
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