Según estimaciones de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, (NOAA, por sus siglas en inglés), EEUU vivirá un verano más caluroso de lo normal este año, que se sentirá con mayor intensidad en la zona noreste, que comprende los estados de Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania, Connecticut, Maryland, Washington DC, Delaware, Massachusetts y Rhode Island, y una gran franja del oeste (California, Montana, Oregón, Washington, Idaho, Wyoming, Utah, Nevada) del país. Incluso, se espera que bata los récords establecidos en 1936.

Precisamente, de acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología, esta semana, el suroeste de Estados Unidos rompió récords de calor.

Rodney Martínez, representante de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de Naciones Unidas para Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, en términos generales, explicó en entrevista con la VOA que el océano Atlántico desde el año pasado viene registrando récords de temperatura no solo el Atlántico tropical, sino en la parte del Golfo de México y el Atlántico Norte.

Entonces, agregó, “estas temperaturas que está registrando el océano realmente son inéditas, son récord y pues le están imprimiendo muchísima energía al sistema y eso significa que, para el caso del hemisferio norte, se prevé un verano con altas temperaturas”.

Los modelos de pronóstico, en general, para el hemisferio norte señalan, para los meses de junio y julio, incrementos entre uno dos o más grados por encima del promedio. En este sentido, es muy alta la probabilidad de eventos severos de calor y, posiblemente, la ocurrencia de olas de calor.

El índice de calor, que mide aquel que realmente se siente, teniendo en cuenta la humedad relativa en un lugar determinado, podría alcanzar los 47º Celsius en una parte de California, como en el valle.

¿Qué son las olas de calor?

Rodríguez explicó que, en condiciones normales, cuando se incrementa la temperatura en el día, el calor que se almacena se va disipando en la noche, la temperatura mínima desciende y ese calor se disipa, pues al día siguiente vuelve nuevamente el ciclo de calentamiento.

Pero, cuando hay una ola de calor, “este descenso de temperatura no se produce. Es decir, la temperatura mínima se incrementa y ese calor que se cree no se disipó el día anterior se acumula para el día siguiente”.

Es decir, el calor se acumula y, en muchas ocasiones, dispara las temperaturas que pueden durar días o, incluso meses, y son fenómenos cada vez más frecuentes en diferentes partes del mundo.

Opinión que comparte Joanne Pérodin, directora general de equidad climática de The Cleo Institute, quien señaló que, además, “las olas de calor no sólo se están volviendo más calientes, sino que también duran más. Además,hay la cúpula de calor que es una burbuja de aire caliente y de alta presión que suprime las nubes y la lluvia”.

“Varios estados como California, Nevada, Arizona y Texas han experimentado olas de calor este año. Los expertos pronostican más olas de calor este año en comparación con años anteriores”, añadió.

Por su parte, Carlota Sarmiento, consultora e ingeniera ambiental y profesora de ciencias, dijo a la VOA que este periodo, muchas veces, viene acompañado de humedad, lo que “puede llegar a ser peligroso, especialmente para las poblaciones vulnerables” y agregó que se debe tener en cuenta que el inicio de la Copa América coincide con el solsticio de verano en el hemisferio norte y, con él, la llegada de la temporada de más calor del año.

¿Cómo cuidarse?

Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, más de 2.300 personas que murieron en EEUU, el verano pasado, se vieron afectadas por el calor excesivo. Este es el número más alto en 45 años de registros.

En principio, los expertos recomiendan informarse a través de las fuentes oficiales de meteorología.

Si se presenta una ola de calor, Rodríguez aconseja tomar medidas especiales de protección e hidratación para la población en general, pero con especial atención en las personas más vulnerables, como aquellas de la tercera edad, con enfermedades respiratorias o cardiovasculares, niños, entre otros.

“Es decir, refrigerar las zonas donde estas personas están. Restringir los paseos al aire libre, especialmente al exponerse mucho al sol” y usar ropa ligera, agregó el experto de la OMM.

Además, mantenerse muy bien hidratado, usar protector solar, buscar el aire acondicionado, si es posible, o la sombra y estar pendiente de amigos, vecinos y familiares, añadió la ingeniera.

Pérodin también aconseja mantener fresco el hogar, evitar realizar actividades extenuantes durante las horas más calurosas del día, no dejar a niños o animales en vehículos estacionados por ningún período de tiempo, ya que las temperaturas pueden alcanzar rápidamente niveles peligrosamente altos.