Las deportaciones comenzaron tras la firma de la orden ejecutiva, generando preocupación en comunidades migrantes.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/Staff) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha autorizado a las autoridades migratorias a realizar arrestos en lugares tradicionalmente considerados como zonas de protección, como iglesias y escuelas.
La orden ejecutiva, firmada recientemente, ha generado un intenso debate en el país y ha sido criticada por defensores de derechos humanos y líderes comunitarios.
“Los criminales ya no podrán esconderse en las escuelas e iglesias de Estados Unidos para evitar ser arrestados.
La Administración Trump no les atará las manos a nuestras valientes fuerzas del orden y, en cambio, confía en que utilicen el sentido común”, señaló un comunicado oficial de la Casa Blanca.
Tom Homan, zar fronterizo designado por Trump, confirmó que las deportaciones comenzaron el martes, apenas un día después de la toma de posesión del presidente.
En entrevistas con medios estadounidenses, Homan aseguró que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) están desplegados en operativos en diversas ciudades del país, aunque no reveló ubicaciones específicas.
“El ICE está haciendo cumplir la ley con operativos activos. Las deportaciones han comenzado”, declaró Homan en una entrevista con CNN, añadiendo que la prioridad sigue siendo la detención de inmigrantes con antecedentes penales, aunque aclaró que cualquier persona en situación irregular podría ser arrestada.
La decisión ha generado gran preocupación entre comunidades migrantes, quienes consideran que la eliminación de estas zonas de protección podría generar un clima de temor y vulnerabilidad. Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han expresado su rechazo, señalando que las iglesias y escuelas deben seguir siendo espacios seguros para las familias.
En tanto, líderes religiosos y educativos han denunciado que esta política afectará de manera desproporcionada a niños y familias que dependen de estos espacios para su bienestar y apoyo emocional.
“Estas acciones erosionan la confianza en las instituciones y ponen en riesgo la seguridad de nuestras comunidades”, expresó un líder religioso en California.
Las implicaciones de esta medida podrían generar un aumento en la migración hacia la frontera con México, donde ya se registran niveles elevados de solicitantes de asilo.
En Ciudad Juárez, diversas organizaciones han advertido sobre un posible incremento en la llegada de migrantes que buscan refugio tras la intensificación de los operativos en Estados Unidos.
La administración Trump defiende la medida como una estrategia para fortalecer la seguridad nacional y garantizar el cumplimiento de la ley migratoria. Sin embargo, expertos anticipan que esta política enfrentará múltiples desafíos legales en los tribunales federales, donde ya se han presentado demandas en contra de otras acciones migratorias del gobierno.
Mientras tanto, la comunidad migrante se mantiene en alerta, buscando apoyo legal y asesoría para enfrentar esta nueva etapa de endurecimiento en las políticas de inmigración.
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