Durante una cumbre en octubre en Zagreb, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, discutió con su homólogo en el parlamento ucraniano la posibilidad de que Zelenskyy se presentara ante el Congreso de Estados Unidos.
Los funcionarios de la administración Biden habían hablado durante meses con Ucrania sobre una posible visita de Zelenskyy a la Casa Blanca, con la esperanza de que antes de fin de año enviara una señal inequívoca de apoyo antes de un invierno brutal que profundizaría la guerra del presidente ruso Vladimir Putin.
En llamadas anteriores, Zelenskyy le había indicado al presidente Joe Biden y a otros funcionarios de alto rango que Estados Unidos era el primer país que quería visitar cuando fuera el momento adecuado para viajar, según un funcionario estadounidense con conocimiento de las conversaciones. En una llamada telefónica del 11 de diciembre entre los dos líderes, Biden reiteró la invitación.
Esta vez, Zelenskyy le dijo a Biden que era el momento adecuado.
“Tenía muchas ganas de venir antes. El señor presidente lo sabe, pero no pude hacerlo porque la situación era muy difícil”, dijo Zelenskyy desde la Oficina Oval el miércoles. El viaje podría ocurrir ahora, dijo el líder ucraniano, porque “controlamos la situación y… en primer lugar, gracias a su apoyo”.
Los detalles detrás de escena de la visita sorpresa de Zelenskyy a Washington fueron descritos por un asistente de Pelosi, un funcionario estadounidense y un alto funcionario de la administración, quienes solicitaron el anonimato para describir la planificación del viaje secreto.
Una vez que comenzó la planificación, la visita de 10 horas de Zelenskyy, que incluyó una reunión en la Oficina Oval con Biden, una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca y un discurso ante un Congreso mayoritariamente de apoyo, se concretó rápidamente.
Después de que los dos presidentes discutieran el viaje el 11 de diciembre, la Casa Blanca extendió una invitación formal el 14 de diciembre, según el alto funcionario de la administración. Zelenskyy aceptó la invitación el viernes y la visita se confirmó dos días después, momento en el que los funcionarios de la Casa Blanca notificaron a la oficina de Pelosi los planes de viaje del líder ucraniano.
“Estoy encantado de que haya podido hacer el viaje para estar aquí”, dijo Biden a Zelenskyy el miércoles. “Es un honor estar a su lado en defensa unida contra lo que es una guerra brutal, brutal que está librando Putin”.
Lo que sucedió el miércoles fue un elaborado plan ejecutado por funcionarios estadounidenses y ucranianos para encaminar a Zelenskyy de manera rápida y segura a Washington, su primer viaje conocido fuera de las fronteras del país desde la invasión de Rusia en febrero.
El presidente ucraniano cruzó a Polonia el miércoles temprano, según la emisora privada de Polonia, TVN24, llegando a una estación de tren en Przemysl, una ciudad fronteriza y el punto de llegada de muchos refugiados que huyen de la guerra. Acompañado por la embajadora de Estados Unidos en Ucrania, Bridget Brink, Zelenskyy fue transportado en un vehículo de la embajada de Estados Unidos a un aeropuerto en Rzeszów, donde abordó un vuelo sin escalas que aterrizó en la Base Conjunta Andrews poco después del mediodía del miércoles.
Zelensky llegó a la base de Andrews en un jet de la Fuerza Aérea de EEUU, un avión del gobierno que normalmente se usa para los secretarios del gabinete y otros dignatarios por debajo del presidente y el vicepresidente. La Casa Blanca no anunció públicamente la inminente visita de Zelenskyy hasta la 1 a. m. del miércoles, en espera de que Zelenskyy estuviera a salvo fuera de Ucrania.
Una vez que Zelenskyy aterrizó, la protección del Servicio Secreto se activó, como suele hacerse con los jefes de Estado visitantes.
El alto funcionario de la administración dijo que Estados Unidos consultó de cerca con Zelenskyy sobre su seguridad y que el presidente ucraniano consideró que era suficiente para él viajar brevemente a Estados Unidos.
Mientras tanto, Pelosi, que había viajado por el mundo en los últimos meses en defensa de Ucrania, también había estado plantando las semillas durante meses para un discurso de Zelenskyy ante el Congreso.
Había estado en la cumbre de Zagreb en octubre por invitación de Zelenskyy y Ruslan Stefanchuk, el presidente del parlamento ucraniano. Allí, Zelenskyy habló a la audiencia sobre “la importancia de la inquebrantable solidaridad del mundo libre con Ucrania”, un discurso que Pelosi enfatizó en su invitación al presidente ucraniano.
Pelosi regresó de Croacia y comenzó a discutir la idea de un discurso de Zelenskyy, informando a los otros líderes principales del Congreso: el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, el líder de la minoría de la Cámara, Kevin McCarthy, republicano por California, y el líder de la minoría del Senado Mitch McConnell, republicano de Kentucky, sobre sus conversaciones en el extranjero y pidiendo su apoyo para que el líder ucraniano visitara el Capitolio.
El miércoles, Pelosi, a pocos días de entregar el liderazgo al control republicano, finalmente le dio la bienvenida a Zelenskyy al Capitolio, lo que calificó como un “privilegio profundo” y un “gran orgullo”, en un momento en que el Congreso está a punto de dar luz verde a 45.000 millones de dólares adicionales de ayuda de emergencia a Ucrania.
“Su visita se produce cuando el Congreso se prepara para aprobar nuevamente otra ronda de asistencia humanitaria, económica y de seguridad”, dijo Pelosi a Zelenskyy. “Dentro de las próximas 48 horas, con suerte, esto se hará”.
Antes de irse de Ucrania, había pistas en las propias palabras de Zelenskyy de que se podría estar preparando un viaje sorpresa al extranjero.
En una visita el martes a Bakhmut, ubicada en la disputada provincia ucraniana de Donetsk, Zelenskyy recibió una bandera ucraniana. Prometió entonces que pasaría la bandera “de los muchachos al Congreso, al presidente de Estados Unidos”.
De pie ante el Congreso de Estados Unidos el miércoles por la noche, Zelenskyy finalmente presentó la bandera, cubierta con las firmas de las tropas ucranianas que luchaban en el frente.
“Me pidieron que les trajera esta bandera al Congreso de Estados Unidos, a los miembros de la Cámara de Representantes y senadores cuyas decisiones pueden salvar a millones de personas”, dijo Zelenskyy en sus últimas palabras a los legisladores. “Dejen que esta bandera se quede con ustedes. Damas y caballeros, esta bandera es un símbolo de nuestra victoria en esta guerra”.
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