El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum cumple sus primeros 100 días, un periodo tradicionalmente considerado como un termómetro inicial para evaluar el rumbo de una nueva administración. En su transición de jefa de Gobierno de la Ciudad de México a presidenta de la República, Sheinbaum ha enfrentado un complejo mosaico de retos que han puesto a prueba su liderazgo y las expectativas depositadas en ella. Si bien hay avances palpables en algunos rubros, también persisten señalamientos que cuestionan la dirección de su gobierno. A continuación, un análisis de cuatro ámbitos clave de su gestión.
La economía: crecimiento con sombras
Uno de los aspectos más apremiantes de la administración de Sheinbaum es la economía. Aunque su gobierno ha proyectado un crecimiento del PIB del 3.2% los grandes analistas y gurúes del tema pronostican que, si bien nos va, llegaremos al 1.4% para 2025, también destacar que los expertos advierten sobre riesgos asociados al déficit presupuestal, que alcanzó un 4.9% del PIB en 2024, el más alto en las últimas dos décadas. El gobienro esta gastando más de lo que recibe. Este déficit, alimentado por programas sociales expansivos y una política fiscal que prioriza el gasto público, plantea preguntas sobre la sostenibilidad de las finanzas del país a largo plazo.
En contraste, los esfuerzos por reactivar la economía a través de la inversión en infraestructura han sido bien recibidos. Proyectos como el Tren Interoceánico y el fortalecimiento del Corredor del Istmo apuntan a consolidar a México como un hub logístico en América Latina. Esa era la idea con el aeropuerto en Texcoco, veamos como sale esta propuesta.
Política interna: unidad fragmentada
En la arena política, Sheinbaum enfrenta un desafió inédito: mantener la cohesión dentro de Morena y sus aliados. A pesar de su llamado a la unidad, figuras clave como Ricardo Monreal y Adán Augusto López han tomado decisiones que parecen contradecir su agenda, mostrando fisuras en el liderazgo partidista. Aún más preocupante es la percepción de que el expresidente Andrés Manuel López Obrador sigue ejerciendo una influencia significativa desde el retiro, lo que algunos interpretan como una sombra que limita la independencia de su gobierno.
En el ámbito legislativo, se logró la aprobación de un paquete económico ambicioso, la reforma judicial, pero otros proyectos, como la reforma electoral, enfrentan una fuerte oposición. La capacidad de Sheinbaum para construir consensos será crucial para avanzar en su agenda.
Política externa: pragmatismo cuestionado
En el terreno internacional, la presidenta ha optado por un enfoque pragmático, aunque no exento de controversia. La relación con Estados Unidos, especialmente con Donald Trump, ha sido marcada por un tono conciliador, lo que ha permitido mantener la estabilidad comercial en el marco del T-MEC. Sin embargo, este acercamiento también ha llevado a decisiones que algunos consideran subordinadas a los intereses de Washington, y se ven reflejados en los decomisos de mercancía china y los aranceles impuestos a productos del país asiático.
En contraste, la relación con regímenes como los de Nicolás Maduro y Xi Jinping ha sido más distante. ¿Se fortalecerá el bloque de América del Norte?
Seguridad: avances y controversias
La seguridad sigue siendo uno de los mayores retos de Sheinbaum. Los niveles de violencia siguen siendo alarmantes. Los homicidios dolosos se mantienen en niveles altos, y la percepción de inseguridad entre la población sigue siendo una asignatura pendiente. Si bien hay avances en la coordinación con las fuerzas armadas, el país espera resultados más contundentes en la protección de la ciudadanía.
Algo que debemos estar muy atentos es el llamado operativo enjambre, que ha dado duros golpes a políticos corruptos, deteniéndolos y abriendo carpetas de investigación.
Otros aciertos y errores
Entre los aciertos de Sheinbaum destaca su enfoque en la transición energética, con un aumento significativo en la inversión en energías renovables y electrificación del transporte. No obstante, su administración también enfrenta críticas por la falta de claridad en las políticas de salud, particularmente en el manejo de recursos destinados a hospitales y clínicas.
Conclusión
Los primeros 100 días de Claudia Sheinbaum muestran a una líder que intenta equilibrar las demandas de un país complejo. Si bien hay avances innegables, los retos estructurales requieren decisiones audaces y una capacidad de liderazgo que unifique visiones. La presidenta tiene la oportunidad de consolidarse como una figura de cambio, pero para lograrlo, deberá enfrentar con firmeza las sombras que aún persisten en su administración.
Los próximos meses serán decisivos para determinar si Sheinbaum puede superar las expectativas y dejar su propia huella en la historia de México. Nos leemos la siguiente semana, en un tú a tú.
César Calandrelly
Comunicólogo / Analista Político
