Hablar en público es, y debe ser, un paso responsable en el trabajo de un político profesional, temporal u ocasional, porque representa la traducción de un determinado pensamiento político propio en un discurso en directo a su público. La palabra en el acervo de un político hábil es un arma eficaz y un medio efectivo para alcanzar sus metas y sus objetivos.
Cuando se da un discurso, a su público y seguidores, el político opositor sabe perfectamente bien que las palabras son poderosas e incitadoras de emociones, que las palabras clave son etiquetas de valores, que las palabras son una clase de símbolos que evocan ciertas imágenes en una persona y que las palabras clave es su propio carácter parsimonioso, o sea, que el político opositor se sabe ser de un modo de hablar lento, pausado, deliberado, minucioso, sosegado y mentiroso que debe acicatar su discurso pudiendo convertirse en mezquino dependiendo de su estrategia y objetivo establecido, actúan los políticos opositores con templanza en sus emociones para que no lo descubran en sus verdaderas y mezquinas intenciones.
El discurso político opositor hoy es aquel que se desarrolla en la escena política o electoral con el único propósito de persuadir a los partidarios, o a los potenciales votantes, y mediante este instrumento los políticos opositores fijan sus posiciones sobre los distintos problemas públicos y transmiten su mensaje objetivo a los ciudadanos en general, realzando la repetición de las palabras en su discurso hasta que lo dicho por él se convierta en una verdad constante y en consecuencia buscando opacar, o desmerecer, y cerrado el paso a cualquier réplica posible, muchas veces cuando el discurso va cargado de mezquindad y de mentira.
El ser mezquinos los opositores los hace, y los convierte, en autoritarios además de soberbios que buscan establecer su mentira como verdad o, buscando denostar, ofender y humillar a los adversarios para presentarlos como débiles buscando destruirles su posición social de la que se aprovecharán políticamente y, sobre todo, buscando ocuparla.
Pero, ¿a quiénes les hablan los políticos de oposición?
Hay que entender cómo se conforma la base social nacional y el estrato al que pertenece el político opositor, entendiendo que el estrato social es la forma a la que se denomina a los distintos grupos sociales, es decir, a los grupos en los que se agrupa una sociedad por determinadas razones como la economía.
Para el político opositor es fácil interactuar con oyentes de su mismo estrato social porque lo conoce y sabe cómo hablarles, conoce sus demandas y actúa en consecuencia, se siente cómodo interactuando con estrato superior a él, se desenvuelve bien pero, en estratos inferiores, se le convierte en un problema de comunicación por el choque real, y existente, de clases sociales, es rechazado porque no puede, y no sabe cómo interactuar con los de estratos inferiores, actúan con miedo y además por el bouquet de su andar y de su persona que ofende a los estratos inferiores a quienes los han utilizado y usado de tal manera que, y en consecuencia, detonó el despertar de las masas que los relegó del poder en el 2018, lo confirmaron en el 2021 y en 2022.
Su interactuar con los estratos sociales inferiores les es muy complicado porque de antemano se saben rechazados quedándoles solo el respaldo con parte importante de la clase media, parte mayoritaria de la clase media alta y los ricos poderosos que en antaño controlaban el país y vivían ilegalmente de él, los que saquearon la riqueza nacional con el poder que detentaban.
Los opositores a ellos le hablan, únicamente a ellos, porque sus discursos y declaraciones políticas no permean hacia abajo, y de los 90 millones de mexicanos en edad de votar su penetración hoy pudiera llegar a 26 millones de ciudadanos, o sea con el 28%, porque con el 72% restante la tienen muy, pero muy complicada, no los entienden y son contundentemente rechazados.
Por ejemplo (por poner uno) tenemos las declaraciones, ruedas de prensa, intervenciones camarales y actuaciones políticas de las TRES TRISTES BRUJAS y chifladas de la Cámara de Senadores (Lily Téllez, Kenia Rabadán, Xóchitl Gálvez) en donde su discurso siempre son para denostar, ofender y amenazar al presidente y su gobierno y, que por supuesto, no tienen cabida, ni escucha, más que en el segmento de mexicanos que repudian al presidente y su gobierno, los menos.- A esos mexicanos les encanta escuchar esas declaraciones y por ende van dirigidos a ellos, son mensajes dirigidos a sus votantes para futuras posiciones políticas, son declaraciones que no tienen impacto más que en un segmento en donde los políticos opositores buscan ganarse las simpatías de ellos porque ellos serán los que ejercerán el voto a su favor, sin más trascendencia que ciertos sectores de la Ciudad de México que es hasta dónde llega su penetración e imagen, y no más para las TRES TRISTES BRUJAS y chifladas, su objetivo es la Ciudad de México o preferentemente continuar como plurinominales porque no les alcanza para aspirar a más.
Lo mismo sucede con las actuaciones mediáticas de los liderazgos de los partidos políticos, sus actuaciones, discursos, declaraciones, ruedas de prensa van dirigidos a un segmento determinado de mexicanos que simpatizan con esas declaraciones, pero la mayoría ni los escuchan.
Todos ellos se han encargado de construir un muro infranqueable con la mayoría del pueblo de México para su comunicación como resultado de tanta mentira, tantos malos deseos y tanta mezquindad descarada que llevan sus acciones.
El hecho de QUERER Y DESEAR que nos vaya mal a todos los mexicanos es más que suficiente para que sufran el más absoluto y contundente rechazo por parte de la mayoría de los mexicanos, ha quedado demostrado con la apabullada que les dieron a los PANISTAS en los escalones de la entrada de la SCJN que les evitó que pudieran concluir con su show mediático como lo tenían planeado, o la corretiza verbal, mentadas de madre y rechifla que les dieron a los dirigentes del PRI también cuando salían de la SCJN y que tampoco pudieron terminar con su “acto” mediático.
No todo es Twitter, o todo el Facebook, el contacto con el peso mayoritario de los ciudadanos es obligado si quieren avanzar pero, no podrán lograrlo porque han sido ya muchos años de ofensas, segregación, clasismo, discriminación y rechazo que la puerta cada día se les cierra más y más al grado tal que hoy ni por las ventanas podrán entrar a las conciencias de quienes mayoritariamente impondrán al presidente de la república en el 2024 y quienes ya han reflexionado sobre la importancia de tener la MAYORÍA CALIFICADA en el Congreso de la Unión.
Todos los días se ponen clavos en su ataúd político los opositores, todos los días ejercen actos que van en contra de la voluntad de las mayorías ciudadanas.
Al grado tal de que si les duele y sangra a los opositores los actos y acciones de la 4T se considera que es bueno para el PUEBLO DE MÉXICO… así de desgastados están hoy en día.
Según las encuestas a los opositores les iría mejor participando solos en las competencias electorales que ir acompañados en su Alianza…Y es innegable
Los opositores les hablan únicamente a las minorías de simpatizantes y seguidores porque con ellos únicamente son con los que se entienden.
Van en franco retroceso político todos los días, han estado caminando en contra, y en rebeldía, de las voluntades mayoritarias.
El pueblo de México en 2018 cobró facturas… y aprendió a cobrarlas.
Los bots no votan ni van a marchas y lo más tóxico para los opositores ha sido que vendieron sus conciencias políticas, y su dignidad, a un mercader, y sicario, representante del Salinato saqueador y todo lo que está atrás de ello.
Raúl Sabido
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
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