Hay dos preguntas cruciales, la primera es ¿qué es lo más preciado en el reino animal? Y la respuesta es automática: La vida porque sin ella no se tiene nada, es por eso que el instinto de conservación en todos los animales, incluido el humano es el instinto más fuerte.
La segunda pregunta es ¿Qué nos hace seres humanos? Y aunque caben cientos de respuestas desde el punto de vista de la biología la respuesta es: los genes en el ADN y no precisamente la cantidad, sino la información que traemos en ellos.
Podemos agregar otras como ¿en qué momento iniciamos la vida?
De nuevo la biología nos indica que en el momento que la madre nos regala un par de ATP´s se inicia nuestro metabolismo justo en el momento de la concepción la cual sólo se interrumpirá con la muerte.
Para terminar el cuestionario nos preguntaríamos ¿en qué momento iniciamos a ser humanos? Pues justo en el momento que la hélice de ADN del padre se junta con la hélice de la madre, ahí está toda la información que nos hará únicos e irrepetibles y esto sucede en la concepción.
Bien, en el momento de la concepción estamos vivos, somos seres humanos y en desarrollo, ese desarrollo seguirá toda la vida.
Los que estudian el reino animal han encontrado una gran cantidad de rituales de apareamiento entre los animales, algunos más complejos que otros y en el hombre no es la excepción, tanto el hombre como la mujer se arreglan, se bañan y perfuman para atraer al sexo opuesto, “No es cierto, yo me arreglo para sentirme bien”, la atracción que el macho siente por la hembra y viceversa, en la especie humana, es casi permanente, aunque regulada por “la educación y el decoro” y ahora por las leyes.
Hoy las leyes han llegado a extremos absurdos en algunos países, que si una mujer se viste en forma provocativa y al hombre le traiciona la hormona y lo manifiesta puede ir a la cárcel por acoso, si una mujer después de tener sexo con un hombre se pelea con él, lo puede acusar de violación y el tipo se pasará el resto de sus días en la cárcel, a ese extremo hemos llegado.
SI pudiéramos ver a detalle una presunta violación, tendríamos que repartir la culpa entre ambos, quizás en mayor parte al hombre, pero si esta cópula tiene consecuencia y genera una nueva vida, el único 100% inocente es el niño y hoy, bajo estas leyes se le declara culpable y se le sentencia a la muerte.
La ley que se acaba de aprobar que permite asesinar al único verdaderamente inocente en una violación nos muestra como avanza la barbarie bajo las riendas de una ideología de género, absurda y criminal.
Marcos Barraza
Ingeniero de profesión y aficionado a la ciencia y filosofía. Intelectual de nuestro tiempo que compagina conocimiento científico y humanista. Domina las ciencias exactas y armoniza con las ciencias sociales.
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