El tema de la niñez nos da mucho material para analizar la violencia que sufren, lo vulnerable que son y las consecuencias del descuido y la negligencia de los adultos. A través de la niñez vemos reflejado el futuro que nos espera, la sociedad que hemos forjado y las autoridades que representan la justicia para proteger sus derechos.
Existe ignorancia respecto a los principios y leyes que se han creado con la finalidad de aplicarlas en beneficio de las niñas, niños y adolescentes, tanto de los padres y familiares de menores, como de las propias autoridades. La violencia física, psicológica y sexual contra la niñez, es un grave problema que debemos atender como prioridad para evitar que esto continúe.
Las niñas, los niños y adolescentes en nuestro país, son los más vulnerables ante la inaplicación de los principios fundamentales y leyes que fueron creadas para su debido cumplimiento por todas las autoridades mexicanas. En la práctica jurídica los abogados cada vez más, exigimos que se aplique el Interés Superior del Menor, porque abunda el maltrato infantil en todos los aspectos.
Nuestra legislación se basa en los Tratados Internacionales y estamos obligados a que se aplique por los juzgadores. En materia penal y familiar los tribunales están saturados ante el alto número de casos, por falta de personal y capacitación. En los asuntos de carácter familiar, las autoridades deben ser cabales, de solvencia moral y ética profesional, porque también como seres humanos influye su forma de vida.
El desorden familiar denota la inestabilidad social ya que la educación de los padres es deficiente y además si fueron víctimas de maltrato infantil lo aplican también y la historia se repite. Tanto los padres como las madres abusan de la inocencia infantil y se escudan en sus hijos para causar daño a su pareja. El matrimonio dejó de ser un atractivo en los jóvenes y viven en unión libre con el objeto de no tener responsabilidades con los hijos.
El abuso sexual contra menores abunda en nuestra sociedad y desgraciadamente en la mayoría de los casos donde los abusadores son familiares directos de los menores no son denunciados, o peor aún, cuando son denunciados las autoridades se muestran insensibles y lentas de tal manera que en las fiscalías se quedan las carpetas de investigación en el olvido y/o los expedientes en los juzgados familiares tardan demasiado obstaculizando la justicia expedita.
La Violencia Institucional son los actos u omisiones de las y los servidores públicos que impiden el goce y ejercicio de los derechos humanos, entre otras causas cuando obstaculizan el acceso a la justicia y a una tutela judicial efectiva; contravienen la debida diligencia, no asumen la responsabilidad del servicio que tienen encomendado; incumplen el principio de igualdad ante la ley; no proporcionan un trato digno a las personas, y omiten brindar protección a la integridad física, psíquica y social de las mujeres.
Cabe mencionar que aplica a ambos sexos, pues ante la diversidad sexual ya es inoperante que se distinga solamente a la mujer como víctima, pues en igualdad de circunstancias aplica también para los hombres, aún cuando la protección a la mujer se debe a que, de diez víctimas, nueve son del sexo femenino. Esto incluye a las niñas, niños y adolescentes.
Es terrible la realidad que padecemos en Ciudad Juárez Chihuahua ya que, según datos de la ONU, la UNICEF, Casa Amiga y otras instancias que atienden a menores de edad, nuestra ciudad es la número uno en producción de pornografía infantil. Las estadísticas en abuso infantil son el 43 por ciento de los casos, el victimario es un familiar directo, en el 28 por ciento es de familia extendida, en el 18 por ciento es alguien conocido y solo en el 11 por ciento es alguien extraño.
El presupuesto del gobierno para administrar justicia no alcanza para las necesidades básicas de las autoridades encargadas de ejercerla. La Fiscalía Especializada en los delitos de menores, no existe como tal. Además de que requiere de personal especializado, infraestructura y material de apoyo. Igualmente ocurre con los juzgados familiares por audiencias ya que el sistema oral aún cuando es más efectivo, requiere que haya más tribunales que puedan atender la demanda.
Y ¿los padres dónde están? La violencia contra niñas y niños es dentro del núcleo familiar, en la intimidad y difícil de controlar por el alto índice, pero no imposible. La violencia física, psicológica y sexual ocurre en todos los estratos sociales y hay que atender el origen, que en la mayoría de los casos se deriva de las adicciones como la drogadicción y el alcoholismo.
Héctor Molinar Apodaca
Abogado especialista en Gestión de Conflictos y Mediación.
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