La historia de los afromexicanos es rica y compleja, marcada por su resistencia, resiliencia y valiosas contribuciones a la cultura y sociedad mexicanas. Aunque históricamente fueron invisibilizados, han sido una parte integral de México desde la época de la conquista, especialmente en las costas, donde han desempeñado un papel crucial no solo en la conformación cultural del país, sino también en la lucha por el reconocimiento de sus derechos.
Los afromexicanos son descendientes de las comunidades africanas traídas a México durante el comercio transatlántico de esclavos. Su presencia en la frontera norte del país es cada vez más evidente, especialmente a través del comercio y la migración de comunidades originarias de estados como Veracruz, Oaxaca y Guerrero. En lo personal, mi familia llegó a esta región en los años 90 buscando mejores oportunidades, encontrando en la industria maquiladora un espacio para salir adelante.
Esta búsqueda de un futuro mejor no ha estado exenta de desafíos. Los afromexicanos enfrentamos discriminación y estigmatización, tanto por nuestro color de piel como por nuestra identidad cultural. A menudo, no cumplimos con el “perfil deseado” para acceder a puestos más altos, a pesar de tener la preparación académica, experiencia, valores y conocimientos necesarios. En muchos casos, seguimos siendo percibidos únicamente como mano de obra, sin considerar nuestras capacidades integrales.
A pesar de estas dificultades, llegamos a esta frontera con la ilusión de una vida mejor, con ganas de trabajar arduamente y compartir nuestra cultura, gastronomía, alegría y colores con quienes nos rodean.
El reconocimiento oficial de los afromexicanos ha avanzado en el ámbito político. En 2019, el gobierno mexicano los reconoció como un grupo étnico distinto, lo que constituyó un paso significativo hacia la inclusión y el respeto de sus derechos. Cabe destacar que la reciente reforma constitucional que incluye a los afromexicanos en la Ley de los Pueblos Indígenas fue aprobada por unanimidad y publicada el 30 de septiembre de 2023 en el Diario Oficial de la Federación por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, en las regiones fronterizas, donde las luchas civiles son constantes, los afromexicanos aún enfrentan múltiples obstáculos. No obstante, empieza a surgir un activismo activo liderado por afrodescendientes. En Ciudad Juárez, por ejemplo, el primer colectivo afromexicano está trabajando para empoderar a la comunidad, defender sus derechos y promover la riqueza de su cultura. Este colectivo busca concientizar a la sociedad juarense sobre la presencia de afromexicanos en la región, enfatizando que “sí hay negros en Juárez, y son mexicanos”.
Los afromexicanos de la frontera representan una parte esencial de la diversidad cultural de México. Nuestra historia está marcada tanto por la lucha como por la celebración de nuestra herencia: nuestro cabello rizado, el color de nuestra piel, nuestras tradiciones, colores y alegría. Las comunidades afromexicanas han contribuido significativamente en festivales culturales, música tradicional, danzas y emprendimientos gastronómicos. Sin embargo, aún persiste un desconocimiento generalizado sobre la historia detrás de estas manifestaciones culturales.
El colectivo Afromexicano Juárez tiene como misión fomentar la autodefinición de las personas que no se reconocen como parte de la comunidad afrodescendiente, ayudándoles a identificar y valorar sus raíces. La afromexicanidad se vive de múltiples maneras: no se define únicamente por la textura del cabello o el tono de piel, sino por el reconocimiento de nuestras raíces en las comunidades afro de México.
El primer paso es dejar atrás los prejuicios que nos hacen sentirnos menos valiosos y eliminar las justificaciones de chistes racistas que perpetúan estereotipos negativos. Este movimiento busca inspirar a todos, especialmente a las mujeres, para que se sientan fuertes, libres, empoderadas y orgullosas de su belleza y su identidad.
Es cierto que muchas personas no se reconocen como afromexicanas porque temen ser discriminadas, y a menudo prefieren mezclarse y mantener un perfil bajo. Lo maravilloso de este movimiento es que resalta la belleza de nuestra cultura y el orgullo de nuestras raíces, invitando a todos a formar parte de este cambio y a reconocer que ser afromexicano es motivo de celebración.
Ángeles Gómez
Fundadora en 2014 de Ángeles Voluntarios Jrz A.C. dedicada al desarrollo de habilidades para la vida en la niñez y juventud del sur oriente de la ciudad. Impulsora del Movimiento Afromexicano, promoviendo la visibilización y sensibilización sobre la historia y los derechos de las personas afrodescendientes en Juárez.