La Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros A.C. (Amespac) es una organización empresarial líder, que agrupa a las principales empresas que prestan servicios tecnológicos y operativos a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a diversas compañías petroleras que operan en el país.
En su conjunto, las empresas afiliadas a Amespac, representan alrededor del 30% de la facturación total y generan el 40% del empleo del sector de exploración y producción de Pemex. Son parte integrante del universo de alrededor de 600 empresas establecidas en México que trabajan en la fase conocida como “upstream” o de exploración y extracción en la industria petrolera. Su relevancia no es menor al facturar globalmente 335 mil millones de pesos anuales y generar alrededor de 75,000 empleos directos y más de 300 mil empleos indirectos, con el impacto económico más relevante en los estados petroleros de Tabasco, Campeche, Veracruz y Tamaulipas.
Es un gremio cuya voz debe ser escuchada; primeramente, como ya se señaló, por contar con los conocimientos técnicos que abonan a incrementar el valor de la cadena energética nacional y seguidamente para reestablecer una relación armoniosa con Pemex, hoy muy deteriorada, en la que prive la certidumbre comercial, el buen trato de cliente-proveedor y así coadyuvar para alcanzar los objetivos trazados por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en su plan de política energética. En este plan destacó que se mantendrá el apoyo del gobierno federal a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad, recientemente convertidas de empresas productivas del estado, a empresas públicas.
En asamblea general ordinaria celebrada el 7 de octubre pasado, en la CDMX, tuve el honor de ser nombrado presidente de la Amespac, para el bienio 2024-2026. Agradecido por la oportunidad de presidir esta importante asociación empresarial, reiteré la intención de representar los intereses gremiales ante los diversos actores del sector energético, impulsando la innovación tecnológica, la eficiencia operativa, la responsabilidad social y el cumplimiento de los más altos valores éticos.
En el plan de política energética, la presidenta también destacó que en el sexenio se limitará la producción de crudo a 1.8 millones de barriles diarios, cifra que dada la situación actual financiera de Pemex se advierte difícil de cumplir al inicio del sexenio.
Por ello, es imperativo el fortalecimiento de la relación institucional de la Amespac con Pemex y demás autoridades del sector energético del país. Transparencia y reglas claras, que permitan competir sanamente en mercados cada vez más eficientes, para beneficio de las regiones dónde se trabaja. Separando en los hechos, en la mayor medida posible, la gestión económica de la política, primer punto de los 100 compromisos trazados por la presidenta el pasado 1 de octubre en el zócalo capitalino.
Es del conocimiento público que el monto del adeudo documentado de Pemex con sus proveedores se incrementó significativamente, especialmente a partir del tercer trimestre del 2021, pasando de 112 mil millones de pesos al inicio de 2018, a 380 mil millones de pesos a la mitad de este 2024; es decir, 3.4 veces más. De esta estratosférica cifra, casi el 15%, o sea más de 45,000 millones de pesos es deuda con empresas afiliadas a Amespac. Bajo cualquier ángulo y en cualquier industria, esta situación resulta simplemente insostenible. Genera además de desconfianza, afectaciones que entorpecen el trabajo productivo.
De ahí la importancia del diálogo constructivo e institucional para la mejora colectiva de la industria.
Rafael Espino
De Chihuahua. Abogado fiscalista. Consejero Independiente de Petróleos Mexicanos. Senador de la República por Morena.