La carrera por la silla del águila ya enfila a tres aspirantes, en la que dos mujeres serán postuladas por parte de las dos principales coaliciones políticas del país, asimismo, por la vía independiente un actor y productor cinematográfico ha formalizado su intención por participar en la mencionada contienda del año próximo.
Luego de una cascada de declinaciones, el pasado 3 de septiembre, el llamado Frente Amplio por México, anunció a la senadora Xóchitl Gálvez como la aspirante que abanderará en las próximas elecciones presidenciales a la causa opositora del PRI-PAN-PRD y gran parte de las fuerzas sociales y económicas contrarias a los resultados y al “deterioro institucional” mostrados por el actual Gobierno de México.
La oriunda de Tepatepec Hidalgo naturalmente busca atraer a quienes se sienten agraviados por las políticas o la incapacidad del gobierno federal en turno. La inclusión y presentación de una representante de las madres buscadoras de desaparecidos antes de su discurso al pie del Ángel de la Independencia, expone el drama de la crisis vigente de violencia e inseguridad que ha trastocado a la nación hasta la médula y que habrá de ser parte importante (no la única) de la agenda proselitista opositora.
Antes de esto, las bases priistas alcanzaron a entusiasmarse con la aspiración de la senadora Beatriz Paredes, un (en el mejor de los sentidos) auténtico zoon politikón que se metió hasta la antesala de dicha candidatura.
Paredes, a quien solo le faltaba ser presidenta de México en una excelsa trayectoria política, fue “bajada” antes del previsto ejercicio de selección por consulta del Frente Amplio, mismo que ayudaría a reactivar la fuerza del otrora partidazo. Sin embargo, ante el aparente riesgo de intromisión del gobierno, de que Gálvez figuraba con mayores preferencias en las encuestas y en aras de fortalecer gradualmente la capacidad de movilización del Frente Amplio; fue “convencida” de declinar (bajo formas ciertamente cuestionables) en favor de la senadora panista.
De esta manera la senadora Gálvez catapixió una probable victoria en la elección de jefe de gobierno en la CDMX por la candidatura presidencial en 2024. Ya lo dimos a entender en una columna pasada, el presidente de México, al cerrarle la puerta de Palacio Nacional a la senadora Gálvez, se la abrió para la candidatura presidencial; posiblemente, tal vez, de manera deliberada.
Por la coalición oficialista, el proceso de selección por encuesta adelantado y controlado por Palacio Nacional ungió como futura candidata presidencial a la Doctora Claudia Sheinbaum, la predilecta del presidente. La ex jefa de gobierno de la CDMX logró que aproximadamente un 40% de los encuestados la prefirieran como la contendiente morenista por la Presidencia de la República el año entrante.
No sorprendió el resultado de la designación de MORENA y aliados, tampoco la contrariedad manifiesta del segundo lugar, Marcelo Ebrard, quien pareciera repetir los errores que su mentor Manuel Camacho cometió en 1994 ante el destape de Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Paradójicamente, una hipotética ruptura de Ebrard con MORENA, siendo luego postulado por el partido Movimiento Ciudadano, significaría la división del voto opositor, dado que, como ya lo presumió el presidente en una de sus “mañaneras”, Ebrard al estar bien posicionado en los sectores moderados o centristas, le quita votos al Frente Amplio.
El cierre de filas con Sheinbaum implicó la aceptación de los resultados de cuatro de los otros cinco contendientes, el respaldo de los 22 gobernadores de MORENA o aliados y del arropamiento del poder presidencial simbolizado en la entrega del “bastón de mando”. La designación de Sheinbaum deriva entonces de la filia presidencial, como en los tiempos del PRI.
Es así que este domingo, MORENA celebró su tercera sesión ordinaria de Consejo Político Nacional, ocupando Claudia Sheinbaum el lugar de honor, recibiendo de sus correligionarios (excepto los consejeros de Ebrard quienes no asistieron) vivas y loas. Hasta Ricardo Monreal, otrora enemigo de Claudia, se fundió en un abrazo con la virtual candidata morenista.
Un día antes, la cargada iniciaría con una trascendental reunión de Sheinbaum con Adán Augusto López, quien pese a quedar muy lejos del primer lugar de la encuesta de selección, pudo formar una estructura de apoyo formidable. Adán Augusto no acudió al Consejo Político del domingo, pero ya se habla de que ocupará la coordinación general de la campaña presidencial y/o la presidencia nacional de MORENA, como lo advertimos en una columna anterior.
Por el lado del partido Movimiento Ciudadano, al parecer bailan al son de Palacio Nacional, el cisma entre Dante Delgado y el gobernador Alfaro de Jalisco mantiene en la indefinición a este partido, por lo que, al no lograr construir una coalición nacional fuerte, como bien pudieron hacerlo, han sido útiles a la estrategia oficialista.
A decir de las mediciones, por sí solos ni Samuel García ni en su caso Marcelo Ebrard tendrían grandes posibilidades de triunfo, más bien fragmentarían a la oposición.
El personaje naranja mejor posicionado, Luis Donaldo Colosio Riojas se ha descartado de la contienda, como el mismo lo manifestó: “…no voy a ser artífice de la división de una oposición, sería irresponsable”. ¿Qué opinará Colosio Riojas del presunto coqueteo de su partido con Ebrard, discípulo de uno de los acérrimos enemigos de su padre?
En cuanto a las candidaturas independientes, llama la atención el registro del actor Eduardo Verástegui, famoso además por su película más recientemente producida Sonido de Libertad. Lo acompañó el millonario mexicano Ricardo Salinas Pliego.
Abiertamente católico, amigo del expresidente Donald Trump y verdaderamente de ideas conservadoras; enfrenta la duda sobre una supuesta doble nacionalidad que le impediría seguir en la competencia.
De sortear los requisitos previstos por la ley y reunir el 1% de firmas del padrón electoral, la hipotética candidatura de Verástegui arrancaría votos de manera particular a sectores de la derecha religiosa (católica o protestante), antiaborto y defensores de los valores tradicionales que se ubicarían entre votantes lógicos de Acción Nacional y en parte del PRI. Puede tener un desempeño sorpresivo.
Apuntadas ya las dos virtuales candidatas de los bloques políticos más fuertes, se vislumbra hasta hoy una competencia de dos polos, no goza la candidata oficialista de una inalterable ventaja, de ahí su llamado de este de domingo a no confiarse, apostando a la organización y movilización de sus comités territoriales y tomándose en serio su papel de “coordinadora de defensa de la transformación”.
“Yo, el SEÑOR, escudriño el corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus caminos, según el fruto de sus obras.”
(Jeremías 17:10)
Moisés Hernández Félix
Lic. en Administración Pública y Ciencia Política, candidato a Maestro en Administración en curso. Ha sido funcionario público federal y docente en nivel media básica y medio superior. Se especializa en gobernanza educativa y políticas públicas.
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