Diversos actores políticos, económicos y sociales se han manifestado sobre la necesidad de aumentar el salario mínimo en nuestra ciudad, existen distintas propuestas, unos proponen aumentarlo al doble, algunos opinan que debe ser de 200 pesos diarios, otras voces plantean la exigencia de que el aumento salarial sea tal que se fije en 280 pesos. Todos tienen sus razones y son válidas sin duda. Creo todos deberíamos opinar al respecto y sobre todo impulsar que les paguen más a los trabajadores. En este artículo tratare de explicar algunas razones porque si se debe aumentar el salario mínimo en Juárez.
De acuerdo con el Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM en su Reporte de Investigación “México 2018: Otra derrota social y política a las clases trabajadoras; los aumentos salariales que nacieron muertos” en la misma Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el artículo 123 sección VI establece que “Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”, lo que dista mucho de ser una realidad ya que las regulaciones de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos han actuado contrariamente a lo que establece su deber constitucional.
Algunos datos nos pueden ayudar a ilustrar la realidad que viven millones de trabajadores en México y en Juárez. En 1987 el salario mínimo nominal diario era de 6.47 pesos mientras que el de la canasta alimentaria recomendable (CAR) era de 3.95 pesos, es decir con un día de trabajo, el porcentaje de la CAR que se podía adquirir era 163%. En contraste, en 2017 el salario mínimo era de $80.04 pesos diarios, mientras que el precio de la CAR llegó a $245.34 pesos diarios, es decir con el salario mínimo únicamente se podía adquirir el 32% de la canasta. Apenas una tercera parte! Así, la pérdida acumulada del poder adquisitivo en treinta años, es del 80%.
Y la historia no termina ahí, dentro del notable deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores mexicanos está el hecho de que cada vez hay menos tiempo para realizar otras actividades que no sean trabajar para apenas conseguir lo indispensable para vivir o lo que es lo mismo, trabajando por un salario mínimo, a millones de obreros le faltan horas al día para que alcance para comer. Me explico.
En treinta años se ha dado un incremento desproporcionado del tiempo de trabajo necesario para poder comprar la CAR, en 1987 eran necesarias solo 4 horas y 53 minutos para adquirirla, por lo tanto le quedaban al trabajador 19 horas y 7 minutos para transportarse, comer, asearse, convivir con su familia, salir a pasear, dormir, etcétera. En 2017 el tiempo de trabajo necesario para comprar la CAR es de más de un día completo llegando a las ¡24 horas con 31 minutos! Lo que significa que si un obrero quiere tener el ingreso suficiente para al menos comer, debe trabajar tres turnos al día y todavía le faltaría media hora de trabajo y solo para poder comprar la comida!
Como economista debo señalar que la situación que refiero no se debe solo a que no sube el salario mínimo pues también entra el fenómeno de la inflación, lo que implica el poco control que ha tenido el Estado sobre el incremento de precios de los bienes indispensables, incurriendo en el incumplimiento del artículo 28 constitucional, párrafo tercero.
Seguramente podría seguir escribiendo un par de cuartillas más sobre datos que gritan la urgente necesidad de aumentar el salario de los trabajadores pero por cuestiones de espacio solo me resta decir que no podemos ni debemos dejar solos a los obreros juarenses, tenemos la obligación moral de participar activamente en la exigencia de un incremento real y suficiente de los salarios. Nada mas pero nada menos.
Benjamín Carrera Chávez
Doctor en Problemas Económicos por Universidad Autónoma Chapingo.
Actualmente Diputado Local por el 5to Distrito de Chihuahua, Profesor-investigador en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT, Nivel 1.
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