¡La riqueza del español no necesita traducción!
El español es un idioma vasto y preciso, capaz de expresar cualquier concepto sin necesidad de recurrir a extranjerismos superfluos. Sin embargo, en los últimos años, hemos visto cómo palabras innecesarias se cuelan en el habla cotidiana, muchas veces por simple imitación o desconocimiento. Un caso frecuente es el uso de accesar en lugar de acceder, una deformación derivada del inglés to access. Aunque en entornos tecnológicos se ha popularizado, esto no justifica su uso cuando acceder cumple perfectamente la misma función y es, además, la forma correcta en español.
Algo similar ocurre con implementar, que se ha convertido en el verbo comodín para todo, desplazando opciones más naturales como aplicar, ejecutar o desarrollar. O con ticket, que reemplaza a boleto o entrada, y back up, que sustituye a respaldo. La lista es interminable. Muchas veces, estos términos en inglés se perciben como más modernos o profesionales, pero en realidad solo reflejan una influencia cultural que no aporta nada al lenguaje.
No se trata de rechazar todo extranjerismo. Palabras como software, wifi o marketing (mercadotecnia) han sido adoptadas porque no existía un equivalente claro o porque su uso técnico las ha consolidado en la práctica. Pero cuando el español ya cuenta con términos adecuados, reemplazarlos por anglicismos solo empobrece la comunicación.
Un ejemplo paradigmático es el uso de expertise en lugar de experiencia o conocimiento especializado. Se ha intentado justificar su adopción argumentando que “experiencia” solo se refiere a la acumulación de tiempo en una actividad, mientras que expertise denotaría un nivel técnico superior. Pero esta distinción es artificial. La experiencia no es solo tiempo: implica aprendizaje, comprensión y, en muchos casos, maestría. Quien tiene experiencia en un área y la desarrolla con profundidad se convierte en un experto, sin necesidad de disfrazar el concepto con anglicismos innecesarios.
Si el español ya nos ofrece precisión, claridad y riqueza, ¿para qué diluirlo con términos extranjeros que no aportan nada nuevo? Usarlo correctamente no solo preserva su belleza, sino que también nos permite comunicarnos de manera más efectiva.

David Gamboa
Mercadólogo por la UVM. Profesional del Marketing Digital y apasionado de las letras. Galardonado con la prestigiosa Columna de Plata de la APCJ por Columna en 2023. Es Editor General de ADN A Diario Network.