Antes de comenzar, hagamos un ejercicio rápido: imagina a alguien con cáncer. ¿Listo?
Hay una gran posibilidad que hayas pensado en alguien que no tiene cabello, ¿cierto?
Esto mismo que pasó por tu mente es lo que pasa por nuestra mente cuando nos dicen que tenemos cáncer; pensamos o recordamos a personas que no tienen cabello. ¿Por qué? Porque esa es la imagen que más relacionamos con el cáncer. Es la imagen que llena las campañas en los medios de comunicación, esa es la imagen que usan en las películas y por qué se nos ha repetido constantemente que “todas las personas con cáncer pierden su cabello”.
¿Qué tal si juntos vamos rompiendo con ese mito?
Uno de los mitos más arraigados a la palabra cáncer es el que se relaciona con la pérdida de cabello. Damos por hecho que cuando una persona no tiene cabello es porque “seguro tiene cáncer”. Entonces relacionamos la pérdida de cabello con la enfermedad, lo cual lleva a que muchas personas piensen que es la enfermedad la que causa la caída del cabello.
El cáncer no causa la pérdida del cabello.
Cuando estamos en un tratamiento oncológico se nos administran varios medicamentos a los cuales les llamamos quimioterapia. Esta quimio no es igual para todos los pacientes, varía según la edad, el diagnóstico, la etapa y el organismo de la persona.
Como pasa con otras medicinas, varios medicamentos utilizados en la quimo presentan efectos secundarios, entre los que se ubica la pérdida de cabello.
Por lo general, esta pérdida de cabello se presenta mientras recibimos el tratamiento, por lo que cuando pasamos a remisión, el cabello vuelve a crecer.
No es igual para todos.
Dado que la quimio se debe adecuar al paciente y cada organismo es único, no todos los pacientes presentan pérdida de cabello. Así que puede haber pacientes que estén recibiendo quimio y no presenten está perdida.
Antes de comenzar un tratamiento oncológico se recomienda preguntarle a nuestro personal médico sobre los efectos secundarios de nuestra quimio; así sabremos qué esperar y cómo prepararnos.
Tenemos opciones.
El perder el cabello es un cambio importante; para unas personas este cambio es más impactante que para otras. Sin embargo, todas las formas y tiempos de asimilación deben aceptarse y respetarse. No se debe de presionar a alguien a sentirse cómoda inmediatamente, o a usar una peluca, o un turbante. La paciente y el paciente son quienes deciden, nadie más puede, ni debe.
Aun cuando es un hecho que perderemos el cabello, tenemos opciones de donde elegir:
La prioridad es nuestra salud, por lo que es importante cubrir nuestra cabeza cuando hace mucho frio y cuando hace mucho sol. Recordemos que esta parte de nuestro cuerpo no esta tan acostumbrada a sentir el clima de manera directa, por lo que un turbante, un gorro o una peluca pueden ser de ayuda. Estos artículos no solo nos permiten cambiar de look según la ocasión, sino que nos protegen y evitan que podamos enfermar.
La peluca, los gorros y los turbantes son accesorios, un complemento de la persona. No definen la persona que somos, cómo actuamos, ni lo que pensamos.
Así que, yo decido si quiero usar peluca. Yo decido si quiero usar turbante. Yo decido si quiero estar sin algún accesorio. Si hoy quiero usar peluca, la uso. Si mañana quiero solo usar turbante, solo uso turbante… Yo decido que hacer y cómo me quiero ver el día de hoy.
Ante estas nuevas decisiones que tenemos que tomar, surge la duda de donde podemos adquirir estos accesorios, por lo que comparto la página de Cancer Survivor A.C., donde encontrarán un tutorial de turbantes, así como la información para solicitar una peluca oncológica.
Una de las cosas más lindas de contar con este tipo de espacios, es la posibilidad de darle voz a las preguntas y comentarios que tienen los pacientes. Gracias Laura por motivar esta aportación.
Lourdes Tejada
Titulada en Diseño gráfico y pasante de la Maestría en Acción Pública y Desarrollo Social. En su experiencia destaca el ser co-fundadora de una asociación civil y ser miembro fundador de una red de agrupaciones juveniles. Ganadora del Premio Nacional UVM por el Desarrollo Social, cuenta además con el Premio Estatal de la Juventud, el Reconocimiento a Mujer del Año de Ciudad Juárez y la mención de Mujer Líder de México.