El Banco Mundial publicó recientemente su Índice de Capital Humano, en él evalúa cinco indicadores de salud y educación y como éstos repercuten en la productividad de una sociedad. Pero antes de profundizar en el análisis de dicho índice y sus objetivos es conveniente definir a qué se refiere el capital humano y cómo éste será un determinante clave para que los países logren crecer y la población desarrollarse.
Para algunos el capital humano está directamente relacionado como un factor de producción, sin embargo, más que el recurso humano en las empresas, este concepto se refiere a las personas, su formación y la experiencia laboral y como éstos contribuyen a la productividad.
Bajo esta definición, cada país debe proveer a los niños de condiciones de salud y educación que le permitan incorporarse de una manera efectiva al mercado laboral. Según esta evaluación, invertir o no en capital humano, puede reducir en un 30% el ingreso total de un país.
El Índice de Capital Humano del Banco Mundial, es un proyecto cuyo fin es contribuir a acelerar el aumento y la mejora de las inversiones en las personas, con el propósito de lograr más equidad y un mayor crecimiento económico. Como se mencionó anteriormente, el índice permite cuantificar la contribución de la salud y la educación a la productividad y los niveles de ingresos de la próxima generación.
Las variables que se utilizan para evaluar el capital humano son: supervivencia infantil, supervivencia adulta, crecimiento saludable, matrícula escolar y calidad educativa. Estas variables hacen referencia a las condiciones de salud actuales que garantizaran los años de vida que vivirá la población, las condiciones de vida que cambiarán positiva o negativamente en la esperanza de vida de los adultos, así como los factores de formación que se refieren al acceso a la educación y la calidad de los conocimientos, es decir, si la educación cubre las capacitaciones básicas que faciliten el desarrollo profesional de la población.
Actualmente, el mundo debe afrontar los costos de no invertir en las personas, se han priorizado en implementar políticas y programas sociales que poco han abonado a la erradicación de la pobreza, siendo entonces necesario acciones concretas en pro de las personas. Es por ello que la inversión en capital humano, es decir, los conocimientos, las habilidades y la salud que acumulan las personas durante toda su vida es la clave para realizar su potencial como miembros productivos de la sociedad. Con el desarrollo del capital humano se puede poner fin a la pobreza extrema y crear sociedades más productivas.
El reto de la sociedad actual es garantizar que la población cuente con nutrición, atención de salud, educación de calidad, empleo y competencias, para con ello realizar una inversión que propicie el bienestar económico y social de cada región.
Nancy Carbajal
Lic en Economía de la UACJ y Candidata al Grado de Maestra en Ingeniería Económica por la Universidad la Salle. Columna semanal sobre temas de economía, finanzas, política y sociedad.
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